Un atracador armado con una pistola hirió ayer de gravedad a la dependienta de un estanco en las Avenidas, en Palma. El delincuente golpeó a la víctima en la cabeza con el arma tras intimidarla para que le entregara el dinero de la caja. Tras la agresión, huyó sin botín alguno. La mujer, de unos 60 años, sufrió un traumatismo craneoencefálico y fue hospitalizada, aunque en principio no se temía por su vida. La Policía Nacional intenta ahora identificar y detener al asaltante, que actuó a cara descubierta. La escena fue grabada por las cámaras de seguridad del establecimiento, la principal prueba con la que cuentan los investigadores. Los agentes sospechan que el arma utilizada era simulada y que se trata de un delincuente con poca experiencia en este tipo de robos.

Los hechos ocurrieron a plena luz del día en el centro de la ciudad, a solo unos metros de los juzgados. Hacia las nueve y media de la mañana, un hombre irrumpió en el estanco situado en el número 1 de la avenida Alemanya. Vestía ropa negra y llevaba una pistola, con la que intimidó a la mujer que se encontraba tras el mostrador para exigirle el dinero que tuviera. Al parecer, la víctima se resistió a dárselo. El atracador reaccionó de manera furibunda. Se abalanzó sobre la empleada y comenzó a propinarle golpes en la cabeza con la culata de la pistola.

Huyó sin botín

Tras la brutal agresión y ante la llegada de algunos clientes, el delincuente emprendió la huida a la carrera sin llevarse nada del estanco. Varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias de lo ocurrido y al lugar acudieron ambulancias y patrullas de la Policía Nacional.

Los efectivos sanitarios comprobaron que la víctima presentaba graves lesiones en la cabeza por los fuertes golpes recibidos. Estaba consciente pero aturdida y recibió allí mismo las primeras curas para detener la hemorragia. Los facultativos comprobaron que presentaba un traumatismo craneoencefálico, le vendaron la cabeza y decidieron trasladarla a una clínica de Palma, donde quedó ingresada. Estaba previsto que a lo largo del día fuera sometida a varias pruebas para conocer el alcance exacto de las lesiones. Su estado era grave, pero estaba fuera de peligro.

Mientras tanto, la Policía Nacional puso en marcha una investigación para dar con el autor del violento atraco. Varias patrullas dieron batidas por la zona en busca del sospechoso, pero no consiguieron localizarlo.

Los investigadores cuentan con una importante prueba: la grabación de las cámaras de seguridad instaladas en el establecimiento. El dispositivo captó completamente la secuencia. Así, los policías comprobaron que el atracador había actuado a cara descubierta, lo que podría agilizar su identificación.

La Policía sospecha que la pistola que utilizó para primero amedrentar a la víctima y luego golpearla en la cabeza es simulada. Los agentes encargados del caso trataban de comprobar, con las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, si se trata de algún delincuente ya fichado.

La violencia utilizada, el hecho de que actuara sin cubrirse el rostro, cuando el estanco acababa de abrir sus puertas y la recaudación era escasa, hace sospechar a los policías que no se trata de un atracador profesional.