Dos asaltantes encapuchados agredieron, ataron y amordazaron a un anciano octogenario para que le diera las llaves de su vivienda de Binissalem. Al llegar al domicilio donde estaba su esposa, aquejada de alzheimer, desvalijaron la vivienda en busca de dinero. La Guardia Civil investiga el atraco.
Sobre las siete y media de la tarde del lunes, un vecino se encontró a Margalida, de 85 años, deambulando completamente desorientada por las calles de Binissalem. Dos individuos habían irrumpido en su vivienda de la calle des Fang.
El testigo avisó a la Policía Local de Binissalem y varios agentes se personaron en su domicilio. Todos los enseres se encontraban revueltos y la mujer no acertó a explicarse con claridad, debido a su avanzada enfermedad de alzheimer.
No obstante, los policías lograron averiguar que su esposo se encontraba en su finca del camí Roig, situada en el término municipal de Sencelles, donde solía ir con frecuencia para cuidar de sus animales. Toni, de 88 años, no respondía a los requerimientos de los agentes.
A continuación, los funcionarios se adentraron en la parcela y buscaron al hombre con ahínco. Finalmente, los agentes hallaron al anciano atado y amordazado en la casa de aperos, donde los dos asaltantes encapuchados le habían encerrado.
Los delincuentes habían golpeado repetidamente al hombre en el rostro para sonsacarle la información sobre dónde ocultaba las llaves de su casa. “Creía que eran que eran ellos que volvían para matarme”, indicó el anciano a los agentes. Tras ser atendido en el Pac, regresó ayer a la finca.
Al parecer, los atracadores arrebataron al hombre unos 200 euros que llevaba en la cartera antes de dirigirse hacia su domicilio de Binissalem. Su esposa, enferma de alzheimer, fue la única persona que hallaron allí. Los delincuentes encontraron el camino expedito para robar a su antojo, debido a que la mujer no les presentó oposición alguna. De hecho, la víctima llevaba las llaves colgadas del cuello para no perderlas y se las arrebataron para perpetrar el robo.
Investigación
“Creo que me estaban vigilando”, aseguraba ayer aún atemorizada Isabel, la mujer que estaba al cuidado de la anciana en los últimos dos meses. “Los ladrones sabían que me iba a las seis y aprovecharon la oportunidad para entrar”, subrayó. Otros vecinos se quejaron de otros robos que supuestamente han ocurrido en las últimas fechas en Binissalem.
Finalmente, expertos de la Policía Judicial de la Guardia Civil del Puesto de Inca abrieron una investigación para tratar de esclarecer el doble asalto y detener a los autores.
