Un juzgado de Palma ha prohibido a un joven acercarse a dos supermercados de la ciudad, en los que cometió seis robos y agredió a una empleada, hasta 2019. El ladrón se llevó de los establecimientos productos valorados en más de 1.100 euros en apenas una semana. El acusado admitió ayer los hechos durante el juicio y además de la orden de alejamiento aceptó dos años y dos meses de prisión por delitos de robo con violencia y hurto. También deberá indemnizar a los comercios y a la mujer a la que causó lesiones con un total de 1.340 euros.

Los hechos se remontan a principios del año 2013, según confesó el procesado ante la magistrada. En la tarde del 4 de enero, el joven entró en un supermercado de la calle Reyes Católicos, en Palma, y escondió entre sus ropas numerosas latas de atún, navajas, berberechos y bonito, entre otros productos. Todo valorado en casi 300 euros.

Tras ocultar la mercancía, el ladrón intentó salir del establecimiento sin pagar. Sin embargo, una empleada del supermercado se dio cuenta de que estaba cometiendo un robo y lo interceptó. Al verse descubierto, el joven reaccionó de forma violenta. Agredió a la mujer y le causó un esguince en la mano derecha, tras lo que se dio a la fuga.

El ladrón volvió a actuar en la zona unos días después. Entre los días 9 y 10 de enero, entró hasta en cinco ocasiones en un supermercado de la misma calle para robar. Consiguió hacerse con diferentes productos valorados en algo más de 800 euros y logró llevárselos sin pagar.

La fiscalía recogía en su escrito de acusación que el sospechoso se mostró agresivo con los agentes de la Policía Nacional que lo detuvieron, los increpó y amedrentó a uno de ellos con diferentes expresiones. El ministerio público le imputaba por ello una falta de respeto a la autoridad, que retiró al haberse despenalizado esta conducta.

La acusación solicitó inicialmente cuatro y años y medio de cárcel para el sospechoso por un delito de robo con violencia y otro de hurto. Sin embargo, ayer rebajó esta petición tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la defensa antes de la celebración del juicio. El procesado fue excarcelado -está preso por otras causas- y trasladado por la Policía a los juzgados de Vía Alemania.

El joven admitió los hechos ante la magistrada y se conformó con las nuevas penas reclamadas por la fiscalía. De esta manera, el procesado acató un año y medio de prisión por un delito de robo con violencia de menor entidad y otros ocho meses por el de hurto. El pacto entre las partes incluía que la aplicación de la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas al haber estado la causa paralizada en los juzgados.

La sentencia impone además al joven una orden de alejamiento de los dos supermercados en los que cometió los robos, a los que no podrá acercarse a menos de 300 metros durante los próximos tres años. También deberá indemnizar a los comercios con 299 y 800 euros por los efectos robados, que no pudieron ser recuperados, y con otros 240 a la empleada a la que atacó, que tardó dos semanas en recuperarse.

Ante la conformidad del acusado, la magistrada que enjuició los hechos dictó sentencia in voce y la declaró firme.