Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Tribunales

Condenado a dos años y 4 meses por una agresión racista a un senegalés

El acusado rompió un diente y desvió el tabique nasal a la víctima a golpes tras decirle "negro de mierda"

El acusado, palmesano de 45 años, en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial. b. p.

La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a un hombre español a una pena de dos años y cuatro meses de prisión por romper un diente y desviarle el tabique nasal a un senegalés al que propinó varios puñetazos en el rostro en una agresión racista en octubre de 2013 en la ciudad. El acusado, palmesano de 45 años, fue el que inició los hechos sin motivo alguno más que "el desprecio hacia la raza y color" del perjudicado y su acompañante, según destaca la sentencia. En un primer momento, les arrojó una botella de cristal desde la ventana de su casa mientras profería expresiones como "negro de mierda, iros para África". Y, luego, bajó a la calle y golpeó al africano en la cara.

La sala considera al imputado autor de un delito de lesiones con la circunstancia agravante de haber cometido la agresión por motivos racistas, como había solicitado el letrado de la acusación particular Carlos Portalo. Según subraya la sección primera, la expresión "negro de mierda" conlleva un matiz racista que le es inherente. Así, el tribunal tiene en cuenta el uso de estos comentarios despectivos y "la absoluta gratuidad de la agresión" para concluir que no existe otro motivo o explicación plausible a los hechos que la particularidad racial de la víctima, siendo esta la única razón que ha quedado acreditada.

La sala rechaza que se trate de unas lesiones con deformidad y las considera como el tipo básico debido al estado bucodental previo del perjudicado, que padecía una enfermedad periodontal anterior lo que pudo influir en la pérdida de sus dos piezas dentales tras los puñetazos. Además de tener en cuenta ese cierto deterioro en la salud buco dental de la víctima, la Audiencia valora que sus secuelas son leves. A ello, la sección primera destaca el hecho de que fue el acusado quien inició la pelea, sin motivo alguno más que el racial. "Estando en una situación de plena seguridad en su casa, forzó la agresión primero tirando la botella y profiriendo los insultos xenófobos para, de forma inmediata, vestirse, bajar a la calle y proceder a la agresión", añade la sentencia, que aún no es firme.

La sala impone la pena en el tramo medio, es decir, dos años y cuatro meses de cárcel, atendiendo a la gravedad del resultado producido y a que, como consecuencia del traumatismo sufrido, la salud buco dental del perjudicado ha empeorado, ya que ahora se le mueven las piezas dentarias inferiores y precisará tratamiento que de momento no se ha podido costear y, además, todo ello se produjo por motivos racistas. El tribunal también ha prohibido al acusado acercarse y comunicarse con la víctima por un periodo de tres años y cuatro meses y ha fijado una indemnización de 8.089 euros.

El fallo indica que la declaración del imputado no fue verosímil y estuvo plagada de contradicciones. En cambio, las manifestaciones de un testigo, un vecino de la zona, fueron claras, rotundas, precisas y uniformes. El hombre vio la agresión en plena calle y escuchó los comentarios xenófobos.

Según se declara probado, los hechos ocurrieron el 26 de octubre de 2013, sobre las ocho y media de la tarde, cuando la víctima, un senegalés, iba en compañía de un amigo y compatriota por la calle Marián Aguiló, en Palma. En ese momento, sin motivo alguno más que el desprecio hacia la raza y color de los dos peatones, el acusado desde la ventana de su domicilio les arrojó una botella de cristal mientras les decía "negro de mierda, iros para África". Luego, bajó a la calle y le propinó varios puñetazos en la cara al perjudicado, que le ocasionaron un traumatismo nasal con desviación del tabique y la pérdida de un incisivo central superior derecho, además de la movilidad en piezas dentales inferiores. El herido precisó asistencia médica, intervención odontológica y le quedó como secuela la pérdida de dos piezas dentales, que no se han reparado, y desviación del tabique.

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