El centro de internamiento demenores Es Pinaret se ha sumido en un proceso de catarsis tras la trágica muerte de un adolescente de 17 años en una de las habitaciones. Las numerosas deficiencias de las instalaciones y la falta de personal han quedado patentes. La primera decisión que acometió la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, para abordar estas reformas ha sido la destitución de la anterior directora, Maite Alvarado. El objetivo es que una vez que esté concluida la reforma en su totalidad pueda albergar a 100 jóvenes.
Un total de 10 educadores y dos psicólogos es el refuerzo inmediato de la plantilla de es Pinaret. Este personal contratado por el momento hasta finales de diciembre se suma a los 49 profesionales ya existentes.
"Cuando llegamos allí después del incendio, vimos el impacto que había causado en los profesionales la muerte del joven", apunta la consellera de Servicios Sociales. "La primera apreciación que tuvimos fue la falta de personal", abunda Santiago. El siguiente objetivo es que el refuerzo de plantilla se consolide en el centro.
Esta ampliación de personal iría también emparejada a un aumento del número de plazas de menores en es Pinaret. La partida de 568.000 euros aprobados por el Consell de Govern hace unas semanas iría destinada a la reforma estructural del centro. De este dinero, 178.000 euros serían para el denominado Gregal.
"Este espacio acoge a un menor que se encuentra en un estado de nerviosismo muy alto, con dificultad de contención física y psicológica. Conviene que se le aisle para que no afecte al otro grupo. A veces para protegerle de sí mismo", explica Santiago.
Esta será la primera Llar u hogar que se vaya a mejorar del centro. Puede estar ocupado o no, en función de necesidades puntuales. "Histerismo, hipernerviosismo o violencia" de un menor de difícil control requieren el aislamiento en el Gregal.
La reforma de es Pinaret propiamente dicho conlleva la creación de una nueva Llar. "Una vez que la tengamos diseñado por gente experta, vamos a empezar a construirloa, apunta la consellera de Servicios Sociales.
Hasta que estos hogares estén terminados, se recuperará para es Pinaret lo que es ahora la Dirección de Función Pública y Emergencias. En dos años este espacio de oficinas pasará definitivamente al centro. De acuerdo con las previsiones, cuando esté concluido se contarán con 64 plazas más.
Una zona más protegida estará dedicada a jóvenes con patologías mentales graves o con un consumo de sustancias tóxicas muy abusivo. De hecho, algunos superan con creces la mayoría de edad. Hasta los 21 años pueden estar internados en este centro, en función de su historial delictivo.
"Hay algunos chavales de 17, 18 o 19 años físicamente potentes y con una capacidad violenta importante", abunda Santiago. Así, en los últimos cuatro o cinco años este perfil se ha convertido en algo mucho más común.
En la nueva zona más cerrada del centro estarían los menores que precisan de una atención más específica. "En la parte que recuperemos de Función Pública pondremos a chavales que tengan una menor conducta agresiva", insiste la consellera.
El principal problema que exite ahora es la convivencia en un mismo lugar de adolescentes de comportamiento violento con otros que no lo tienen. La recuperación de este espacio pretende que los internos puedan estar clasificados por un mismo perfil o por el tipo de delito. "Hay chavales que han violado a chicas. Esto es una conducta muy agresiva", subraya Santiago.
Espacios diferentes
Cada menor precisa de un tiempo de acogida. Las nuevas obras permitirán diferenciar entre espacios terapéuticos y los aptos para otro tipo de atención. Cada una de las cuatro llares dispondrá de ocho habitaciones individuales, un espacio común -lo que equivaldría al salón -, los baños y un espacio para el profesional.
La primera fase tiene un presupuesto de 1.199.000 euros. De estos, el año que viene se aportarían unos 700.000 euros y el resto, hasta los dos millones, en 2017.
En los últimos años también se detectaron graves problemas en el centro. Algunos vigilantes utilizaban indumentaria y hacían el saludo neonazi. El pasado mes de mayo, hubo otro conato de incendio, conductas autolesivas...
La mejora en los registros de los jóvenes internos es una de las mejoras que se espera con esta reforma. "Siempre ha habido algunos chavales que introducen cosas que no deben: cerillas, mecheros, droga. También hay que mejorar sistemas de registros a las familias de un modo que no sea excesivamente violento".
"La muerte de este chico nos ha hecho adelantar todos los procesos. Hemos normalizado situaciones que no son normales. No podemos sobrecargar a los profesionales con chavales de riesgo", resalta la consellera.
