Tras una búsqueda de casi tres días, las esperanzas de encontrar el cadáver de la plusmarquista mundial de apnea Natalia Molchánova son cada vez más escasas, según los responsables del Grupo Especial de Actividades Submarinas (GEAS) de la Guardia Civil.

El robot que la familia de la conocida deportista rusa contrató el lunes para realizar una búsqueda exhaustiva dejó de trabajar ayer por la mañana. La máquina, perteneciente a una empresa privada, rastreó un radio de 230 metros a partir del punto que señalaron los tres alumnos para los que ella estaba haciendo de instructora el domingo pasado. Los cuatro buceadores se lanzaron al agua desde un gran barco de 50 metros de eslora, el Pumpkin, en una zona des Freus, a unas dos millas al norte de la Savina, cuya profundidad oscila entre los 80 y los cien metros de profundidad.

Hoy por la mañana los especialistas del GEAS rastrearán de nuevo la zona, pero todo hace pensar que el cuerpo de Molchánova ya se encuentra lejos del punto en el que desapareció.

Molchánova pesaba 50 kilos y llevaba un lastre de seis. Es muy probable que el mar haya movido el cuerpo, por lo que su búsqueda, tres días después de la desaparición, se ha convertido ya en muy complicada.

En cualquier caso, la profundidad a la que en un principio quedó el cuerpo hace inviable que los submarinistas desciendan a rastrear el fondo, ya que resulta muy peligroso.

Para descender a profundidades de entre 80 y cien metros es necesario elaborar una mezcla de oxígeno, helio y nitrógeno, lo que se conoce como trimix, y supone un riesgo importante para los submarinistas. No se descarta que en los próximos días la familia de Molchánova continúe con la búsqueda por sus propios medios.

La apneísta rusa tiene un palmarés impresionante en su especialidad. En septiembre, con 52 años, batió su último récord mundial femenino: el de apnea dinámica, al alcanzar los 237 metros de profundidad. Molchánova tiene al menos 20 medallas de oro en categoría individual y dos más por equipos en diferentes mundiales. Molchánova trabajaba como instructora de buceo en la Universidad Estatal Rusa.