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Crimen machista en Palma

"Era celoso y bebía, y ella se acabó cansando"

El hombre yacía junto al cadáver de la joven, sobre un charco de sangre, y aparentaba estar ebrio o drogado

Una conocida de la familia explica lo ocurrido. B. Ramon

Gemma Vich y Jaume S.F. comenzaron su relación "hace unos dos años" y poco después empezaron a convivir en la casa de Sant Jordi donde ayer se produjo el crimen, según explicó una amiga de la familia de la joven, que trabajaba en las oficinas de Gesa en el Coll d'en Rabassa. "Él era bastante celoso y ella acabó cansándose. Hace menos de un mes cortaron la relación y él se fue de la casa", afirmó esta allegada, que apuntaba también a la afición del hombre a la bebida como causa de la ruptura. "Cuando bebía se ponía violento, pero que sepamos nunca le pegó", aseguró. De hecho, no consta ninguna denuncia por malos tratos y el único antecedente del sospechoso es por conducir bajo la influencia del alcohol en el año 2002. "Se bebía los cubatas como si fueran agua", recordó el dueño de un bar de Sant Jordi.

Tras poner fin a su relación, Jaume S.F. devolvió a la víctima su copia de las llaves del domicilio, propiedad de la familia de la joven. "Gemma estaba tranquila porque en teoría él no podía entrar", aseveró esta mujer. El hombre regresó ayer de madrugada a la vivienda, en la primera planta del número 115 del camino de Sant Jordi. "Solía aparcar el coche en la puerta, pero anoche lo dejó en otra calle. No sabemos cómo ha entrado, no hay nada forzado y a lo mejor había hecho otra copia de las llaves. Ha cogido el cuchillo más grande que había en la cocina y la ha atacado en el dormitorio", contó esta testigo.

Todo apunta a que Gemma Vich descubrió que su exnovio se había colado en la vivienda cuando este entró, ya armado, en su dormitorio. "Ha intentado defenderse, porque tenía cortes en los brazos, pero él le ha cortado la yugular. Le había tapado la boca para que no gritara".

La madre de la víctima, que vive con la abuela en la planta baja del mismo inmueble, se despertó hacia las cuatro y cuarto de la madrugada al escuchar ruidos. "Ha pensado que estaba indispuesta y la ha llamado por teléfono, pero no ha contestado y ha decidido subir a ver cómo estaba".

La mujer se topó con una escena escalofríante. "Ha visto los pies de su hija entre la cama y la venta de la habitación. Estaba tirada en el suelo, con un gran corte en el cuello y él estaba tumbado a su lado, dormido. Había mucha sangre", señaló. La madre de Gemma alertó enseguida a los servicios de emergencias, pero cuando la UVI móvil llegó a la vivienda ya solo pudo confirmar la muerte de la joven. La Policía, cuyo grupo de Homicidios asumió las pesquisas, detuvo al hombre como presunto autor del crimen.

Jaume S.F. aparentaba estar bajo los efectos del alcohol o las drogas, casi sin sentido. En principio se temió que hubiera ingerido alguna sustancia para acabar con su vida y fue trasladado a Son Espases, pero los médicos comprobaron que su estado era bueno y a primera hora de la mañana los agentes lo llevaron a la Jefatura de Policía para interrogarlo. Los investigadores inspeccionaron la vivienda e intervinieron el cuchillo de cocina con el que al parecer se cometió el crimen. A lo largo de la mañana, tomaron declaración a varios familiares de la víctima. "Es un dolor muy grande. La madre está destrozada, estaba muy unida a Gemma y siempre se apoyaba en ella", lamentó la allegada.

El crimen sacudió Sant Jordi, en plenas fiestas de verano. La familia de la víctima, que regresó hace unos años a este pueblo palmesano tras residir en Alaró y Son Ferriol, es muy conocida. El hombre, nacido en Santa Maria, frecuentaba los bares de la localidad. "Se bebía los cubatas como si fueran agua. Un día se puso violento y tuve que pararle los pies", recordó el dueño de un local.

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