La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a cuatro años de prisión a un joven chino por intentar matar a machetazos a un compatriota tras discutir con él porque había roto la maneta de la puerta del baño de su casa. El sospechoso, de 21 años de edad y que actualmente se encuentra en la cárcel, confesó ayer los hechos ante el tribunal de la sección segunda. El imputado, asistido por un intérprete, admitió haber apuñalado en la cabeza y un hombro a la víctima cuando esta trataba de marcharse del domicilio situado en la calle Médico José Darder, en Palma.

La brutal agresión se produjo la noche del pasado 22 de noviembre de 2012 en el rellano de la finca donde residía el procesado, junto con su padre y otras dos personas. El joven enfureció al comprobar que un amigo de su progenitor, que estaba cenando con ellos en casa, había roto la maneta de la puerta de acceso al cuarto de baño. Tras mantener una acalorada disputa con él, este decidió abandonar el inmueble. Cuando ya estaba dentro del ascensor para marcharse, el sospechoso le siguió, logró sacarlo del elevador y, una vez fuera, le asestó dos machetazos en la cabeza y un hombro con ánimo de quitarle la vida, según la versión de la fiscalía. El perjudicado sufrió gravísimas heridas, mortales de necesidad. Tuvo que ser evacuado al hospital y fue intervenido quirúrgicamente.

Tentativa de homicidio

El procesado ayer por la mañana fue excarcelado por la Policía Nacional y trasladado al Palacio de Justicia de Palma. El joven asiático admitió ser culpable de un delito de homicidio en grado de tentativa. La sala apreció la circunstancia atenuante de reparación del daño.

En un principio, el sospechoso se enfrentaba a una petición de condena por parte del ministerio público de nueve años de prisión. Ayer se conformó con una pena de cuatro años de cárcel, que se sustituye por su expulsión del país por un periodo de diez años.

Los hechos enjuiciados se remontan a las diez y media de la noche del 22 de noviembre de 2012, cuando el acusado se encontraba en su casa, en la calle Médico José Darder, en Palma, empezando a cenar y beber vino junto con su padre, un amigo de este y otro compañero de piso. En un momento daño, el joven se enfadó con el amigo de su progenitor porque había roto la maneta de la puerta del baño. Debido a la discusión, el compatriota se marchó de la casa apresuradamente, pero fue perseguido por el imputado, quien previamente había cogido un machete de la cocina. El joven agarró y sacó a la víctima del ascensor y le atacó con el arma que llevaba en la mano. Le asestó dos machetazos en la cabeza y en el hombro izquierdo.