La actitud de buenos samaritanos de unos turistas austriacos para evitar que dos mujeres agredieran a una joven guineana les acabó saliendo cara. La supuesta víctima les propinó una brutal paliza. Agentes de la Policía Local la detuvieron poco después por un presunto delito de lesiones.

Los hechos ocurrieron sobre las seis y cuarto de la madrugada del pasado domingo ante una discoteca situada en la avenida Joan Miró, a la altura de Cala Major. Dos mujeres agredían a otra en plena calle.

A continuación, un coche con cuatro turistas austriacos en el interior, dos parejas, se detuvo en un semáforo cuando se dirigían de vuelta al hotel donde se alojaban, en Cas Català. Los testigos presenciaron la escena y decidieron intervenir. Estacionaron correctamente el vehículo y trataron de separar a las mujeres.

Nada más verlos llegar, las agresoras dejaron a la supuesta víctima y abandonaron el lugar. Cuando se interesaron por su estado, la supuesta víctima se encaró con ellos y se comportó de una forma extremadamente violenta. Ninguno de los cuatro tuvo la menor oportunidad de reaccionar.

La mujer, de 22 años, se abalanzó sobre ellos. Cogió a una mujer y se ensañó con ella. Le propinó un mordisco en una mano, la empujó fuertemente contra el suelo y le arrancó varios mechones de pelo rubio.

Agentes de la Policía Local de Palma se personaron poco después en el lugar y arrestaron a la agresora por un presunto delito de lesiones. Las asistencias del Ib-salut trasladaron a las víctimas en ambulancia a un centro sanitario.