Cuando en la mañana del viernes Margarita Enseñat vio asomar una cortina de humo en sa Coma Calenta de Andratx no le dio mayor importancia. "Era visible desde todas partes y ni siquiera pensé que era necesario avisar a los bomberos. Era tan evidente que pensaba que estaba controlado". Transcurridos varios minutos comprobó con desesperación cómo las llamas avanzaban hacia su finca, devastaban todo a su paso y nadie las pudo contener.

Margarita, al igual que otros vecinos de la zona calcinada, denuncian falta de efectivos de Bombers de Mallorca al iniciarse el fuego. "A la una de la tarde solo vi cuatro camiones de bomberos en la rotonda con un hombre en cada uno. Así es imposible apagar un fuego".

Esta vecina anduvo hasta su finca mientras veía crecer las llamas por momentos. "Nos dijeron que estaba controlado. Había cuatro camiones de bomberos en una rotonda y no se movían de allí. Decían que estaban a la espera de recibir órdenes. Había mucho jefe y poco ´indio", precisó. A juicio de esta vecina esos momentos eran cruciales para evitar las desastrosas consecuencias del mayor incendio forestal de Mallorca.

Una mujer desesperada clamaba para que la dejaran recoger a sus hijos de la zona incendiada. La insistencia de Margarita y de la otra vecina finalmente surtió efecto. "Después de indicar que había caminos para subir y atacar el fuego desde cerca, subió a un camión de bomberos para señalar dónde estaban las llamas. "Un bombero solo no podía sacar las mangueras".

El panorama entonces ya era desolador. "Cuando se echó la noche encima sin que lo hubieran apagado ya pensé que los resultados serían terribles", recordó.

La finca familiar de 3,5 hectáreas ardía por los cuatro costados. Mientras, en otra vasta propiedad de 500 hectáreas unos 300 olivos fueron calcinados. "Nos dijeron que el fuego de sa Coma Calenta estaba parado y había un desastre", se lamenta Margarita.

"Es una vergüenza"

Para esta vecina de Andratx, la gestión del incendio forestal más grave de la historia de Mallorca ha sido pésima. "Es una vergüenza que por una barbacoa se hayan quemado 2.000 hectáreas. Se podía haber sofocado mucho antes", subraya.

Luis de la Parte, de 68, también sufrió estragos en su finca. El fuego le mató cuatro palomos y una perdiz que estaban en una jaula. Las llamas también le destrozaron un motocultor y las ascuas del fuego hirieron a un pequeño cachorro de unos pocos meses que estaba en la parcela. "Por suerte no me encontraba aquí. Estaba con mi nieta".

Este vecino de la zona afectada por el devastador incendio también mantiene que el fuego se pudo haber sofocado mucho antes. "Nunca se tuvo que haber dejado pasar del Puig des Cornador. Allí se tenía que haber acabado todo".

Las llamas no encontraron nada que las pudieran contener. Un manto negruzco envolvió sa Coma Freda y sa Coma Calenta y se adentró por la Serra de Tramuntana.

"Hay zonas en que era como una selva. No nos dejan tocar nada del torrente y el fuego aquí ganó mucha fuerza. Luis de la Parte destina su finca a su gran pasión desde que se ha jubilado: la agricultura. "Es mi pasatiempo desde entonces y le dedico cinco horas diarias", resalta. Algunos de sus árboles frutales y toda la leña quedaron completamente consumidos por el fuego.