Aunque la mayoría de las 154 víctimas del siniestro aéreo eran oriundas de Canarias y Madrid, la catástrofe golpeó también a Mallorca, donde vivían tanto el comandante de la nave como el copiloto y un tercer piloto, que volaba en tránsito para hacerse cargo de otro vuelo. El piloto, Antonio García Luna, de 38 años, era madrileño, aunque residía en Mallorca desde principios de los 90. Estaba casado y tenía tres hijas. El copiloto, Javier Mulet Pujol, de 32 años, era mallorquín. Su familia regenta La Pajarita, una conocida tienda de alimentación en el centro de Palma. El piloto en tránsito era José Fernández Vázquez, que residía con su familia en sa Cabaneta.