En el juzgado de lo penal número 6 de Palma se celebró ayer una vista para un hombre acusado de abusos sexuales a su sobrina menor de edad.

La víctima denunció los hechos en el mes de enero de 2008, pero lo ocurrido lo sitúa un año antes. La menor, que es huérfana, se trasladó a vivir a casa de sus tíos tras la muerte de su padre. Antes estuvo viviendo con su padre, pero no se habituó y pidió ayuda a la hermana de su madre, que es la esposa del acusado, para que la acogiera en su casa.

La denunciante afirma que algunas noches su tío entraba en su habitación con la excusa de apagar el aparato de televisor y aprovechaba que estaba durmiendo para realizarle tocamientos. Explicó a la jueza que un día su tío le entregó 20 euros y le dijo que era porque la noche anterior se había dejado tocar. Ella no recordaba nada, pero días después se despertó de pronto y observó a su tío pasando su mano por su cuerpo.

La menor afirma que se enfrentó al acusado y éste le dijo que si le denunciaba tendría que irse de esa casa. También habló con su tía, que le dijo que si seguía adelante con la denuncia tendría que marcharse a un centro de menores. Al no querer ir a este tipo de centro optó por no denunciar. Sin embargo, la mujer del acusado, según la denunciante, colocó un pestillo en su habitación para que cerrara la puerta.

El acusado negó los hechos y lo atribuye todo a una respuesta a la autoridad doméstica que intentó aplicar a su sobrina, a la que calificó de "chica conflictiva". El hombre explicó que la menor no quería colaborar en las labores domésticas y como castigo le colocó un candado en la moto. A partir de ese momento, según el acusado, la menor le amenazó con denunciarle y días después lo hizo. Reconoce que entraba por la noche en la habitación de su sobrina sólo para apagar la televisión.