Ingerir una cuerda de rafia cuando navegaba por las aguas de Sant Antoni en Ibiza casi le cuesta la vida a Cannoli, una tortuga boba. Un grupo de italianos que iba en una embarcación de recreo localizaron el sábado, sobre las 16 horas, a este ejemplar de Caretta caretta y al comprobar su mal estado, llamaron al 112. Este servicio de Emergencias de Baleares alertó a Salvamento Marítimo para que una de sus embarcaciones se encargara de trasladar a la tortuga, que pesaba cerca de 23 kilos, al puerto de Sant Antoni. Allí esperaban la coordinadora del CREM (Centro de Recuperación de Especies Marinas) y oceanógrafa, Verónica Núñez, una estudiante de la Universidad de Alicante en prácticas en el CREM, Amanda Cohen, y un agente de la conselleria de Medio Ambiente del Govern.

La coordinadora del CREM se asustó mucho porque la tortuga estaba "llena de sangre" cuando se la entregaron. Además, un primer vistazo al animal le sirvió para comprobar que tras el rescate se había hecho "todo lo que no se debe hacer": "Le habían estirado del trozo de cuerda que sobresalía de su boca, le cortaron la parte que estaba enganchada y la colocaron boca abajo. Sólo faltó que la devolvieran al mar", explicó ayer Núñez.

Debido a su mal estado, optaron por llevarla a una clínica veterinaria para que le realizasen unas placas. Sin embargo, en los resultados no se apreció ningún elemento extraño, pero sus cuidadores temían que se le hubiese formado una bola en el intestino. Para una inspección más profunda, Cannoli fue trasladada a Palma en una barco de Baleària que partió de Ibiza a las 21 horas.

Agentes de Medio Ambiente del Govern trasladaron al ejemplar al Palma Aquàrium, centro asociado con el Cofib (Consorcio para la Recuperación de la Fauna de Balears) para que le practicaran las pruebas pertinentes y comprobar si debía ser intervenida quirúrgicamente. "Yo soy optimista y creo que se recuperará. Por suerte, las tortugas son fuertes y suelen evolucionar bien. Además, está en buenas manos", señaló Núñez.

Laparoscopia

Una portavoz de la conselleria balear de Medio Ambiente del Govern confirmó que le retiraron por laparoscopia el trozo de rafia que tenía en el esófago, por lo que no fue necesario operarla.

Tras el hallazgo de esta tortuga herida en las aguas de Ibiza, desde el CREM insisten en que en caso de localizar en el mar a un ejemplar en mal estado, los pasos a seguir son llamar al 112 y este servicio de Emergencias avisará a los profesionales del CREM y de Medio Ambiente.