Ya desde niña Carla García (Palma, 1992) asistió a clases de pintura y dibujo. Finalizado el bachillerato artístico se decantó por estudiar diseño de moda en la Escola d’Art i Superior de Disseny, no para dejar la pintura; sino para complementar su formación y ampliarla. Con su colección MÒ, realizada en seda con estampados pintados a mano, ganó el Certamen de Jóvenes Diseñadores de Balears en su edición de 2017. El pasado 13 de julio estuvo en Madrid representando a Balears en el Premio Nacional a la Moda para Jóvenes Diseñadores.
Acaba de iniciar el proceso de creación de su propia marca, Moddart, que fusiona diseño y arte. Para ello realizará una colección de prendas más extensa en la que seguirán siendo protagonistas los estampados que ella misma pinta a mano.
Experimentación
Con el diseño Carla García ha visto cómo se ampliaban y se multiplicaban sus oportunidades de expresión: “La moda te abre nuevos campos de creatividad. Puedes representar lo que tienes en mente no sólo en un soporte estático sino en algo que está en movimiento. Te descubre soportes y vías de expresión distintos, no te limitas a un lienzo. Es tridimensional; en cierta manera se podría comparar con la escultura. Puedes probar diferentes texturas y tejidos; te abre un mundo de posibilidades”, argumenta
Explica que busca explorar el movimiento de los tejidos y que por eso su colección MÒ está confeccionada mayoritariamente en seda ya que es un tejido muy volátil, con una caída y una textura que le sirven de inspiración. “La seda es ahora mismo mi materia ideal, es con lo que he experimentado y tiene unas características que me permiten jugar con el movimiento. Al ser un tejido totalmente natural me permite trabajar muy bien la pintura y conseguir unos pigmentos muy potentes”.
La función de la moda
Carla García tiene claro que la moda debe cumplir con un objetivo que es vestir a las personas. A partir de ahí la joven creadora se ha propuesto ofrecer piezas exclusivas e innovadoras: “Tenemos al alcance tantas opciones que pienso que se tiene que buscar algo diferenciador; algo que te haga sentir especial cuando te vistes. Entiendo la moda como búsqueda de la belleza. La prenda tiene que realzar a la persona que la viste. Aunque fusione arte y moda, siempre pienso en la funcionalidad”.
Cuando diseña Carla García piensa en una persona que se sienta segura de sí misma vistiendo su ropa, una persona interesada en el arte y la cultura; que sienta que lleva una obra de arte puesta: “Pienso en lo que esa pieza va a provocar sobre la persona”, matiza.
Inspiración oriental
El look elegido por Carla García forma parte de su colección MÒ. Es un vestido largo con escote halter que deja la espalda al descubierto. Está confeccionado en seda y pintado a mano por la propia diseñadora. La parte superior del vestido presenta una textura realizada a base de pedazos de seda cosidos a mano. La falda tiene diferentes capas para pronunciar el movimiento del tejido. “Es elegante, fresco y muy favorecedor”, apunta García.
La colección está inspirada en la tinta china y en su proceso de disolución. La tinta china es una barra sólida que se diluye en contacto con el agua. “Intento plasmar este proceso dentro de cada prenda y también en la totalidad de la colección”, explica. Es por esto que la primera pieza es prácticamente blanca y la última acaba en el negro. También utiliza piel reciclada y tratada con texturas pictóricas. Este material representa la tinta en su estado sólido y contrasta fuertemente con la seda. Los estampados son muy dinámicos, inspirados la pintura oriental y sus principios de equilibrio, contraste y representación de la esencia de la realidad.
