Domingo 17: sangre real
El hijo de Lecquio y Ana Obregón es emprendedor. Se veía venir. Desde la cuna. Se veía en el orgullo de madre. Se veía en el orgullo de padre. De casta le viene al galgo. De tal palo, tal astilla. Él habrá puesto de su parte, nadie lo niega, pero ya llevaba ganada la carga genética. La madre, bióloga antes que nada „aunque las lenguas viperinas insistan en que sigue sin mostrar el título a cámara„, segunda de su promoción, actriz, bailarina, guionista, presentadora y lo que se tercie. Y todo de matrícula. Excepto los hombres, que le han salido dispersos, por decirlo de algún modo. Y el matrimonio, que siempre se le ha resistido. El padre, conde italiano, economista, comentarista de corrillos rosas. Aunque Ana es de familia acomodada, él es el que aporta la sangre azul. Lo sabrán porque figura en los libros de historia y en el Hola y lo repiten ellos hasta la saciedad. Alessandro pertenece a la familia del rey. Hasta tiene hemofilia, el mal real. Hace poco le operaron de una hernia y la cosa se complicó por sus problemas de coagulación. Pero esas cosas ya no son causa de exclusión en el orden sucesorio. Sus partidarios no deben temer por el delfín. O tiburón. Por lo de Interviú.
Lunes 18: clases
Mar Flores se pronuncia a través de Instagram. Cada una se mueve en su zona de confort, pisa los terrenos que mejor conoce. Isabel Pantoja, cuando quería lanzar mensajes subrepticios, cambiaba las letras de sus canciones. Su hijo Kiko se tatuaba sus pensamientos. Y se le colaban erratas. "Que llegue quien tenga que llegar, que se vaya quien se tenga que ir, que duela lo que tenga que doler€ que pase lo que tenga que pasar"», parafraseaba la modelo a Mario Benedetti cuando le estalló la tormenta conyugal. "Nunca confundas silencio con ignorancia, calma con aceptación o amabilídad con debilidad", escribía otro día . "Uno siempre cambia el amor de su vida por otro amor o por otra vida", otro. Y uno más: "Como dice una amiga ... If life gives you lemons make lemonade". Es que ahora da clases de filosofía. Y de inglés.
Martes 19: los cítricos
¿Como que por ahora no vuelven? La pareja de parejas pasa un tiempo en Estados Unidos. Ya lo han hecho antes. Pero siempre regresan. La reina de corazones lo dijo, lo prometió, lo aseguró. No dejaría Madrid, no se marcharía de España. El Nobel estuvo una temporada dando clases al otro lado. Y aguantaron. Pero ahora que andan en boca de todo el mundo por cuestiones menos amables, herencias y panameñas, ¿se plantearán instalar su nidito de amor en otro árbol? Es que es importante, necesario, vital tenerlos de vuelta. Dentro de nada tienen que recoger su primer premio conjunto y su asistencia está en el aire. El premio naranja se lo darán a Bertín y el limón, a Risto. Isabel y Mario serán premio especial, honorífico, todos los cítricos juntos. ¿Y nos amargarán el postre?
Miércoles 20: la mano que mece...
Pensaba una que habíamos tocado techo. Que habíamos agotado el abededario, alcanzadas ya sus últimas letras: Yola, Yurena, Ximénez (Mila). Que empezábamos a quedarnos sin cantera (algunos repiten). Que la cuota de fuerzas y cuerpos de seguridad estaba cubierta no por su presencia activa, que podría (hay un buen candidato en el ex de Rociíto que un día perteneció a los mismos) sino por su posible irrupción en pleno reality otra vez. Bueno, total, que creía una que no podrían superarse. Pero lo han hecho. Con razón cuenta la actriz Candela Peña que, de no haberse metido a intensa, si Jorgeja le dice ven, lo deja todo. Y se pone rauda el bikini "con unas morcillas fuera... En versión cañí..." Delapiedra. Ustedes la conocerán por Dulce. No es que Cantora y su entorno no tuviesen ya su cuota fija. Pero es que ahora es Dulce, la niñera de la niña Chabelita, la sospechosa de, la expulsada del paraíso, la poseedora de secretos inconfesables, una nanny tan cotizada que no sé por qué no se la lleva la duquesa de Cambridge... De au pair.
Jueves 21: encuentro
Es lo que tienen las familias amplias, afamadas y de rancio abolengo. Que van dejando cadáveres en el camino. Entiéndaseme. Cadáveres bien vivos. Es una forma de hablar. Una pléyade de exnovi@s, exespos@s, etc. En otros tiempos bien avenidos, ahora menos. Eugenia Martínez de Irujo tiene numerosas excuñadas por parte de Cayetano. Ella, a su vez, aporta a su hermano numerosos excuñados. Hay más (hermanos, exparejas, etc) pero los dos hermanos menores tienen las listas de más relumbrón. Por ejemplo, la duquesa ex de Coronado coincide con la nadadora Melani Costa, ex del conde, en el tenis. ¿Está aquí? (pregunta como despistada). Mar Flores no se deja caer. Ella es más de yate. O lo era. Lo de la hípica duró poco.
Viernes 22: el robo
Vaya por delante, cacos, hackers, espías, inspectores de Hacienda, wikilikeros, pequeños nicolases, que ya pueden hurgar en mi móvil, mi ordenador, mis cuentas bancarias, mis armarios, mis cubos de basura, hasta en mis tripas, y no hallarán nada digno de divulgación escandalosa. No sé qué tienen los famosos en las suyas. Qué cintas podría atesorar Bárbara Rey entre sus cacharros de cocina y sus lentejuelas para que le revolviesen todos los cajones. Qué papeles sacaron Blanca y Borja de las oficinas de su propia madre una aciaga noche. Qué fotos archivaba la nuera de la baronesa en ese teléfono desaparecido. Qué nombres importantes de este país contendrá la agenda de Leticia Sabater. Se han disparado las alarmas. Los amigos de lo ajeno han entrado en el hogar de Kiko Rivera, a decir de Kiko Hernández, ese gran artista del scoop y el bingo. Se han llevado 2.000 euros, dos plasmas y un par de relojes de lujo. Naderías. Lo grave, lo gordo, lo espeluznante, es que se han hecho con ordenadores que contienen información comprometida. Expedientes clasificados. Material sensible. Secretos de Estado. Ah, y el tubo. De escape.
