Domingo 26: retaguardia
De la geografía particular de Álex González ya conocíamos bastante bien el paisaje. El tal Morey, de El Príncipe, es sin duda el poli que más veces es sorprendido por un aviso, una llamada o una persecución cuando se encuentra en paños menores. Hasta lleva el móvil metido en la toalla cuando sale de la ducha. Uno de los actores que menos pisa la sección de camisetas del servicio de vestuario. Pero ha sido necesario que se vaya hasta Madagascar -la tierra de los lémures- para que, además del torso, exhiba trasero. El milagro lo obró, quién si no, Calleja. Y lo hizo como se hacen estas cosas, predicando con el ejemplo. Se animó a bañarse desnudo. Y González, detrás. Doble desnudo integral. Lo bueno de Madagascar es que allí las cosas son reales, naturales. Los lémures y los culos, también. No como en el anuncio aquel de tónica y la decepción de saber que las nalgas no eran de Eduardo Noriega. Porque igual que hay dobles de todo o de parte, de caras, pies o manos, los hay de posaderas. La misma Dakota en 50 sombras de Grey. A una le pueden dar gato por liebre. La verdad reside en los glúteos de Calleja y cía. Y en los supervivientes de Cayo Menor. Las Lola, Elisa y demás o los Nacho y Labrador se muestran sin complejos. También Tony Genil. En fin.
Lunes 27: familia
Son hermanos, pero son distintos. Caprichos de la genética. Ya saben, guisantes lisos y verdes o amarillos y arrugados. La vida -léase bodas, bautizos, comuniones, funerales y exclusivas- los reúne y los aleja periódicamente. A continuación, el lector o lectora rellenará la casilla correspondiente -el bueno, el feo y el malo- siguiendo (o no) las indicaciones ofrecidas y/o añadiendo nuevas. Los esponsales de Cayetano, el guapo, harán posible de nuevo la imagen de Francisco -el feo no es- Kiko -el guapo no es- y Julián (¿?) La misma troupe volverá a citarse con motivo del matrimonio programado del dj. Habrá que ver. Porque, en razón de la cotización en bolsa de papel cuché y con permiso de la autoridad judicial competente, a ese bodorrio asistirá la madre del contrayente. Y ahí puede arder Troya. Pantoja desencadenada.
Martes 28: jota
Vaya por delante que en España uno no puede llamar a sus retoños como le dé la real gana. Aclaremos de antemano que el futbolista conocido como Jota, cónyuge legal y canónico de la modelo conocida como ex de Kiko Rivera, a efectos registrales responde como José Ignacio Peleteiro Ramallo. La pareja ya ha anunciado que el niño que esperan, hermano de Francisquito, el nieto de la presa cero, será Jota jr. Ya veremos qué dicen en el registro. En el estado de Sonora, México, las autoridades tuvieron que prohibir a los padres llamar a sus hijos Harry Potter, Buguer King, Michael Jackson, Cesárea, Circunsición o Christmas Day. Y En Francia un juez impidió que una niña se llamase de por vida Nutella. La bautizó, el togado, Ella. Anda. Como la de Bisbal. Ave María.
Miércoles 29: sirenas
Es lo que tiene el signo de los tiempos. Los príncipes azules destiñen, las niñas ya no quieren ser princesas y, cuando lo son, prefieren a los guardaespaldas. La aristocracia ya no es lo que era, que diría Peñafiel. Hay baronesas que fueron actrices en los tiempos del destape, duques viudos que trabajaban en los ministerios, primos de rey de mesa camilla. Quedan tipos demodé, obsolescentes, como el general que ha retado a duelo a Willy Toledo. En la casa de Alba, de rancio abolengo, han entrado jesuitas, funcionarios, hijos de, toreros, modeluquis, presentadoras, mexicanas y, lo que es peor, nadadoras. Caballos de Troya. Luego pasa lo que pasa. Siguió Cayetano el ejemplo de Alberto, el de Mónaco. A quién se le ocurre. Creyó ver sirena donde había piraña. Ahora anda la ex liberada, dejando caer que ella largó al noble y no quiere volver a verlo ni en pintura, siquiera sea de Goya y de la disputada herencia. Insinuando que ahí hubo tomate -premium, de los latifundios ducales, pero tomate- aunque el caballero puede respirar tranquilo, porque ella no aireará trapos sucios. Como Ana Obregón, Mar Flores y el conde. El otro conde.
Jueves 30: cri cri
"Esto es un valle de lágrimas para todos. Da igual si estás vestida de Dolce&Gabbana o de Bershka". La frase bien podría ser de un político, o de un filósofo, o de un científico. O de Ana Obregón. Pero la ha pronunciado la hija de Isabel Preysler en una entrevista. La discreta Silvia Abascal, como buena actriz, le ha puesto BSO a la máxima: Cri, cri. Sonido de grillo. Luego le supo mal y retiró la foto y la apostilla. Y sin embargo el cri cri, lo saben los investigadores de la Universidad de Bristol, no denota aburrimiento. Lo utilizan los grillos macho para atraer a sus parejas y, cuanto más chillan, más grande es el grillo. O más calor hace. Pero como la grilla no chilla y ya es otoño, habrá que concluir que a Silvia le aburre Tamy. Vestida de firma o low cost. Profundamente.
Viernes 31: Halloween
Es el mundo -el de los vivos- tan pequeño, tan pequeño, que es un pañuelo. Casualidades de la vida, el duque de Alba y Tormes ha dado en alquilar las caballerizas del Palacio de Liria a un ex de Belén Esteban. Vale que también fue pareja de otras famosas y vale que la aristocracia, ya lo dice Tamara Falcó y se hartaron de decirlo la baronesa Thyssen, Carmen Lomana o los propios de la duquesa, también llora y también está falta de cash. El mundo de los muertos es, cierto, más grande. Pero no tanto el del limbo, o purgatorio, u olvido, o anonimato, o exilio voluntario, y de él han empezado a salir hordas y hordas de difuntos mediáticamente hablando. Debe ser por Halloween. De entre el ejército de ex de famosa ha emergido uno más, el empresario de la noche que llevaba tres años viviendo en Santo Domingo. De allende el Atlántico llegaron también, ya saben, Amablito el cubano amigo de Lydia Lozano y el chileno que vio a la Esteban antes que Jesulín. Pero no hay punto de comparación. Los zombis son una lata, pero no procrean. Y el fruto de Ambiciones es una adolescente que anda llorando a moco tendido al ver contonearse a Justin Bieber, una privilegiada en El Hormiguero. Y sin necesidad de emparentar con la nobleza. La otra.
