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Grandes amores

Dos estrellas abrazadas en s'Estaca

El actor conquistó en Mallorca a la protagonista de 'El Zorro' tras haberla perseguido infructuosamente durante un año por todo el mundo. Tras una fuerte crisis en 2013, han reforzado su matrimonio

Derramaban química en cada aparición pública. Mallorca era el lugar para los arrumacos de los Douglas. La isla vio florecer su amor en el verano de 1999, año en que Catherine Zeta-Jones aún hablaba del actor norteamericano como "mi mejor amigo". Una amistad que cobró visos de amorío cuando el Bild Zeitung publicó unas fotos en las que se fundían en un apasionado abrazo en la piscina de s'Estaca. Sólo un año después, la pareja se besaba resuelta frente a los flashes en Valldemossa y la actriz llegaba a la isla embarazada de su hijo Dylan.

Los primeros tanteos del idilio se dilataron durante nueve meses y el noviazgo se afianzó en Mallorca. El actor se había divorciado en 1997 de Diandra. La separación le costó al hijo de Kirk Douglas algo más de cuatro millones de las antiguas pesetas pero le permitió disfrutar de la finca de s'Estaca la mitad del año. Dos años después, se alumbró el flechazo entre Michael y Catherine. Se produjo cuando el actor contempló a la galesa en la pantalla junto a Antonio Banderas y la consideró la mujer más bella del cine. "Nos conocimos en un festival donde se exhibía El Zorro", desveló ella misma a este periódico. Dos años después, en 2001, tomaron los votos nupciales en Malibú, y Catherine ya aterrizó en s'Estaca como la señora Douglas a todos los efectos tras unos comentadísimos contratos prematrimoniales. Zeta-Jones percibiría al año cerca de 500 millones -de las antiguas pesetas- si el matrimonio fracasaba.

Los conciertos del ciclo Noches Mediterráneas, que se celebraban en Costa Nord, fueron el telón de fondo de unos esposos bien sintonizados. Fueron años glamourosos, de cierta vida social y de flashes con músicos como Compay Segundo, Van Morrison o Art Garfunkel. El segundo hijo de la pareja -Carys- nacería en 2003. A partir de entonces, la pareja regresó a la isla en visitas cada vez más esporádicas. Máxime desde que venció el multimillonario contrato que firmó el actor con el Govern balear de Jaume Matas para promocionar la isla en ferias turísticas.

Especialmente duro fue para los Douglas el año 2010: al intérprete le detectaron un cáncer de garganta, su hijo Cameron fue condenado a cinco años de cárcel por tráfico de drogas y su exmujer le interpuso una demanda para reclamarle la mitad de los ingresos de la secuela de Wall Street.

En 2011, Catherine padeció un trastorno depresivo (en concreto de bipolaridad) después del annus horribilis del actor. Tuvo que ser ingresada en una clínica de Connecticut. ¿El desgaste se había instalado en la vida de los Douglas? En 2013, se confirmaba la noticia: Michael y la actriz hacían vidas separadas, pero ninguno había presentado por el momento una demanda de divorcio. Al año siguiente, se conoció que habían salvado su matrimonio. La pareja había acudido a un consejero para superar sus diferencias. Y juntos lo consiguieron. A finales de junio de ese mismo año, el intérprete subió a su muro de Facebook varias imágenes tomadas por su esposa de s'Estaca, la finca que pondría a la venta a finales de año por 50 millones de euros. Una transacción todavía no efectuada: hace escasas semanas estaban descansando en su residencia balear. Ahora mismo, los Douglas disfrutan de un amor reforzado y quién sabe si estarán rememorando aquel arrebatado abrazo en la piscina de s'Estaca.

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