Bolsos, neceseres, fundas, bisutería o pañuelos confeccionados con telas de estampados, algodón, seda y piel. Esos productos no supondrían ninguna novedad si no fuera porque todos ellos están confeccionados por seis cooperativas solidarias de la India y se venden bajo la marca ´tucktuck style´´, en homenaje al triciclo más popular de la India.

Las impulsoras de este distintivo, las dos jóvenes empresarias Cristina Ballester y Marina Oliver pudieron comprobar la popularidad del ´tucktuck´ durante el año que estuvieron trabajando como cooperantes de la Fundación Vicente Ferrer en el país asiático.

En su estancia en la India recorrieron más de una veintena de cooperativas solidarias en las que ciudadanos con pocos recursos o alguna discapacidad elaboran artesanía de calidad. La marca Tucktuck style la adapta a los gustos occidentales para tener colecciones propias.

Y de esa experiencia nació un nuevo concepto de negocio. "Queríamos vender artículos fabricados con materiales que no sean dañinos con el medio ambiente y confeccionados en aquellas empresas que estén comprometidas con sus empleados", explica Ballester, quien junto a otras dos socias, Marina Oliver y Gloria Casado, decidieron aplicar la responsabilidad social cooperativa y hacer de intermediarias para la venta de manufacturas altruistas.

"Por ejemplo, solo ofrecemos accesorios y complementos compuestos por telas creadas con tintes naturales", indica Ballester. Entre las cooperativas con las que trabajan destaca la Fundación Vicente Ferrer y ´Woman India Trust´, integrada por más de 2.000 mujeres, la mayoría de ellas pertenecientes a castas bajas indias. De momento solo pueden adquirirse en la tienda online: www. tucktuckstyle.com, de reciente creación y que estará operativa en un plazo de dos semanas. Pero los artículos también están disponibles en dos establecimientos multimarca de Palma y otro en Valldemossa.

Comunidad Tucktuck

Otra de las innovaciones que han proyectado las tres empresarias es el concepto de comercio ´bimarca´ en el que se ofrezca una producción de base ecológica. Han creado de modo paralelo la comunidad Tucktuck para promover a largo plazo otros proyectos sociales. Todo con recursos propios porque las creadoras de la idea se quejan de la falta de ayudas públicas de las administraciones para los emprendedores.