Ayer, víspera de Nochebuena, y con los medios un poco al ralentí por las vacaciones de Navidad, el Ayuntamiento de Palma presentó a todo correr (convocó apenas tres horas antes por mail) a Pilar Ribal como la nueva directora gerente de Palma Espais d´Art. Quizá no sea éste el día más adecuado para dar la noticia y aguardar las reacciones consiguientes (éstas pierden gas), máxime cuando ha habido polémicas previas acerca de la naturaleza del jurado (en su mayoría político) encargado de elegir al ganador del concurso. Pero es que precisamente su nombramiento, adelantado por este periódico, fue aprobado ayer por la comisión ejecutiva de la fundación, aseguró el concejal de Cultura Fernando Gilet. Sea como fuere, informativamente es un mal día.

"Hoy vengo con una muy buena noticia: cerramos el círculo que abrimos con el concurso público convocado en julio", declaró. De 12 candidatos y tras dos cribas, la comisión política ("asesorada por un comité de expertos" cuyos miembros no desveló Gilet amparado por la confidencialidad del concurso) se decidió por Ribal "porque el proyecto que defendió está en sintonía con el modelo cultural del equipo de gobierno €con las miras puestas en el turismo€, a la vez que se complementa con el espacio artístico que abarca la Fundació Palma Espais d´Art", señaló el concejal. Asimismo, realzó la experiencia profesional de la comisaria de arte, "con arraigo en Palma y bien relacionada a nivel nacional e internacional".

Recién aterrizada en el cargo (la posesión será efectiva a principios de enero), Ribal, que percibirá 49.000 euros anuales como su homóloga en la Miró, no pudo concretar en demasía las líneas maestras de su proyecto. Su declaración de intenciones en el nuevo puesto es ofrecer "un servicio público y desarrollar las mejores ideas para la ciudad con el fin de beneficiar también el sector artístico". "Mi objetivo es trabajar para Palma y que ésta sea competitiva", prosiguió. Para ello, reforzará las iniciativas ya existentes y desarrolladas por su predecesor en el cargo, Joan Carles Gomis. Frente a un futuro recorte en el presupuesto de en torno al 15% y a la finalización del convenio con la CAM (ahora absorbida por el Sabadell), patrocinadora de las exposiciones del Solleric, tanto Gilet como Ribal confiaron en la colaboración de otras instituciones y entidades privadas. Extremo en el que el concejal insistió: "Estamos en conversaciones con otras entidades financieras y de otro tipo para suplir esa bajada en las cuentas".

Uno de los capítulos que levanta más temor entre los sectores artísticos de Ciutat es que la reestructuración de los diferentes espacios de la Fundació afecte al Espai Quatre y a su comisaria, Neus Cortés, puntera en acercar al circuito palmesano artistas inéditos y de alta calidad. ¿Se quedará Cortés? "Confiemos que sí", contesta Ribal, "pero hay que ver qué compromisos hay y el presupuesto. Repito que la idea no es hacer tabula rasa, sino seguir con lo ya hecho. Pero espero que mi sello también esté ahí", continuó. A partir de ya, la flamante directora se reunirá con el personal y colaboradores de la Fundació para escuchar sus propuestas y analizarlas. "La línea de arte más especulativo, como la del Espai Quatre, está en el proyecto. Ahora veremos cómo lo encajamos", añadió.

Dentro de los planes del Ayuntamiento, está la modificación de los usos de Ses Voltes. "Un lugar que dinamizaremos abriéndolo a la ciudadanía creando un centro de recursos vivo para experimentar", indicó. Así las cosas, la vertiente expositiva se combinará con la de centro de creación para artistas emergentes (los talleres de grabado no se duplicarán, porque éstos están en la Miró). Por ello, el Quarter d´Intendència acogerá exclusivamente a partir de ahora el organismo encargado de la ocupación laboral (el Imfof). Por su parte, cuando el Casal Balaguer esté rehabilitado, su programación estará más cerca de las Bellas Artes.

Otro de los espacios a reconsiderar por parte de la Fundació son las dependencias del convento de Sant Jeroni, por las que el Ayuntamiento paga un alquiler y donde tiene lugar el programa de residencia de artistas CRIDA. "Entendemos la proyección que nos da este proyecto tan interesante, pero a lo mejor habrá que redefinirlo. Que igual al final no lo hacemos. No puedo dar una respuesta cerrada aún", concluyó Gilet, quien también informó que no se descarta que CRIDA se refugie finalmente en Ses Voltes.