La jueza Catalina Munar ha ordenado la retirada inmediata del "falso" piano de Chopin, es decir, del Oliver-Suau que la familia Ferrà Capllonch ha mostrado y publicitado hasta ahora en la celda número 2 de la Cartoixa como uno de los instrumentos que el compositor polaco tocó en la isla durante el invierno de 1839. "El pobre piano mallorquín" –mentado así por George Sand en Un invierno en Mallorca– deberá sacarse de dicha estancia en virtud del auto de la jueza Munar, documento en el que insta a ejecutar de manera provisional la sentencia –recurrida a la Audiencia Provincial por los Ferrà Capllonch– que ella mismo dictó el pasado mes de enero. A partir de hoy, la ejecución provisional de la sentencia es firme, a no ser que la parte demandada presente un escrito de oposición.

Munar, cabe recordar, dictaminó el pasado enero a tenor de dos estudios peritales que el piano exhibido en la celda 2 jamás pudo ser tocado por Chopin porque fue construido como mínimo once años después de la visita del genio polaco a la isla. Las octavas, la tesitura y el número de teclas del instrumento han sido la clave para que los expertos extrajeran esta conclusión.

Por otra parte, la jueza también recogió en la sentencia que muchos turistas que han visitado las dependencias de los cartujos podrían "haber sido engañados" en los últimos ochenta años porque "Chopin y George Sand habitaron únicamente en la celda 4". Jamás pernoctaron en la 2, habitación que viene publicitando durante ocho décadas la estancia de los dos artistas.

En cuanto al fallo, la magistrada ya ordenó en enero la retirada del piano expuesto en la 2, pero los Ferrà Capllonch anunciaron un recurso de apelación contra el mismo. Fue entonces cuando los dueños de la celda 4 reaccionaron solicitando a la justicia su ejecución provisional. Asimismo, la jueza instaba también a la empresa familiar demandada, los Ferrà Capllonch, la retirada tanto de la publicidad que referencia la estancia de los dos artistas en la celda 2, como del "falso" piano. El dictamen de Munar prohibía asimismo a la parte demandada difundir en cualquier medio de comunicación y en el futuro la referida publicidad. Y le obligaba a difundir un mensaje corrector, mediante la inserción de comunicados en prensa escrita, y a todas las sociedad chopinianas, autoridades gubernamentales nacionales, autonómicas y locales expresando que "la celda de la Cartoixa donde moraron Chopin, George Sand y sus hijos fue la actual número 4, conocida en aquella época como la celda número 3", propiedad de la parte demandante, la familia Quetglas Tous, que tal y como adelantó DIARIO de MALLORCA el 9 de enero de 2010 interpuso una demanda contra los actuales propietarios de la celda 2.