Arrancó ayer con hambre la III Feria del Pincho y la Tapa, muy concurrido s´Escorxador de comensales a los pocos minutos de quedar alzado el telón. Cita organizada por Restauración PIMEM, ha crecido en 2010 desde los 22 hasta los 31 establecimientos participantes, más complicado que nunca no encontrar un bocado al gusto. Entre los objetivos del encuentro, amén de seguir inculcando la cultura del tapeo en la isla, superar las 40.000 visitas del año pasado. Por delante, tres jornadas para conseguirlo: hoy y mañana, de 12 a 16 horas y de 19 a 24; el domingo, sólo franja matutina.

Apetitosos los minibocaditos ya ofertados anoche, un heterogéneo menú que propone clásicos como el marmitako, los callos con garbanzos, el frito mallorquín o el salmorejo cordobés. Que se atreve a rellenar de queso azul las albóndigas de toda la vida. Que incorpora el sushi al tapeo. O que reinventa la tortilla de patatas o hace de la morcilla un brioche con cebolleta caramelizada. Todo, regado con los vinos de cuatro bodegas locales –Macià Batle, Mortitx, Jaume Mesquida y José L.Ferrer–, y las cervezas de tres consolidadas marcas.

Degustar esta tercera Feria cuesta siete euros, canjeables en las entradas de s´Escorxador por el mismo número de tickets. Comer implica además poder votar cuál es la mejor propuesta. Cita con vertiente solidara, el chef de Es Molí de´s Comte propone una Piruleta de Sobrasada a beneficio de Sonrisa Médica, entidad a la que se destinará medio euro por cada una vendida.