Fichar en el mercado invernal ya era obligado antes de que se lesionaran Giner y Lago, así que la necesidad ahora todavía es más grande. Es evidente que Molango y Recio hicieron muy bien los deberes en verano a la hora de contratar, primero al entrenador Vicente Moreno y después a los jugadores. Y no sirve como excusa, por muy verdad que sea, que con dinero es más fácil acertar. Y desgraciadamente el ejemplo está, con los mismos gestores, en la temporada del descenso a Segunda B. Pero como de todo se aprende, ahora toca acertar en los futbolistas que les sustituyan. Deben ser diferenciales, no para rellenar el hueco que dejan dos titulares a los que se les echará de menos. Giner es irrecuperable este curso, pero Lago todavía puede dar alegrías. Había pegado un bajón en su rendimiento en las últimas semanas después de un fabuloso inicio, eso está claro, pero en esta categoría siempre es mejor que esté en tu equipo. Si en abril vuelve a trabajar y en mayo recobra su nivel, todavía llegará a tiempo de marcar el gol del ascenso.
