Tras los graves disturbios que se vivieron el pasado lunes en Son Bibilonigraves disturbios que se vivieron el pasado lunes en Son Bibiloni y de los que este diario reprodujo un vídeo, la policía se puso en contacto ayer por la mañana con el Real Mallorca para solicitar información sobre los mismos y comunicar al club que actuará de oficio contra los aficionados que causaron dichos altercados.

Según fuentes del club, los agentes habrían solicitado al Real Mallorca un informe e imágenes de lo acontecido, con el fin de identificar a los causantes de dicho alboroto. No se descarta, incluso, que la policía pudiera llegar a prohibir la entrada de dichos individuos a cualquier recinto deportivo.

Todo empezó cuando una veintena de 'supporters', litrona en mano, se desplazaron ayer hasta la Ciudad Deportiva Antonio Asensio para asistir al primer entrenamiento del Mallorca tras su descenso a Segunda B. En un momento dado, varios de los aficionados encendieron numerosas bengalas y abrieron varios botes de humo -unos artilugios cuyo uso está prohibido en lugares públicos- mientras animaban fervientemente a su equipo.

Insultos y amenazas

Pronto empezaron los insultos hacia uno de los jugadores de la primera plantilla, Antonio Raíllo, uno de los pocos responsables que quedan en el equipo del descenso de categoría. Las amenazas fueron a más a medida que pasaban los minutos y el jugador cordobés, lejos de intimidarse, respondía con una sonrisa a los aficionados. Al finalizar el primer entrenamiento de la temporada, Raíllo fue uno de los primeros jugadores que abandonó el campo para dirigirse a los vestuarios junto a otros compañeros del plantel. Ese fue el momento que aprovecharon varios 'supportes' del Real Mallorca para saltarse las vallas de seguridad que separan a afición de futbolistas, acercarse el defensa bermellón y amenazarle con pegarle una paliza.

Raíllo no se amedrentó y tuvieron que ser varios trabajadores del club y sus compañeros de equipo quienes intervinieran para que las amenazas no fueran a mayores. Varios de los aficionados llegaron a romper incluso una valla del recinto deportivo mientras intentaban acercarse al futbolista. Todos estos hechos ocurrieron ante la mirada de decenas de niños que acudieron a la Ciudad Deportiva junto a sus padres para presenciar la primera puesta a punto de su equipo. Tras los hechos, el club bermellón comunicó a la afición que se había tomado la decisión de realizar los entrenamientos a puerta cerrada, hasta nuevo aviso, para evitar que pudiera repetirse un altercado parecido. Ayer Vicente Moreno dirigió su segundo entreno de la temporada sin problema alguno.

Desde que el pasado 19 de marzo el partido de categoría infantil que disputaron los equipos de fútbol del Alaró y el Collerense tuviera que ser suspendido a consecuencia de una pelea entre varios padres de uno y otro equipo, las fuerzas de seguridad siguen muy de cerca cualquier incidente violento relacionado con el deporte.