Tan imprescindible es hoy la victoria del Mallorca sobre el Córdoba que, en el caso de que no se produzca, el equipo de Sergi quedará herido de muerte, a nueve puntos de los puestos de salvación con siete jornadas por disputar. En el supuesto de que se alcance la ansiada victoria, que no llega desde hace la friolera de nueve jornadas, el Mallorca se colocaría a cinco puntos de la permanencia, que marcaría, precisamente, el rival de esta tarde. En cualquier caso, todo demasiado rocambolesco. Está difícil, prácticamente imposible, pero para seguir soñando hay que derrotar esta tarde a los andaluces. Sergi ha prometido que los que acudan al estadio mallorquinista verán un equipo ambicioso. Habrá que confiar en que esta vez sea verdad porque ya dijo lo mismo el día de su presentación y, en su debut ante el Nàstic, nunca estuvo el Mallorca más alejado de la victoria.
No es fácil, pero los jugadores deben afrontar el partido olvidándose de todo y pendientes únicamente de sumar los tres puntos. El partido a partido de Simeone hay que trasladarlo al Mallorca de forma innegociable. Las cuentas están claras. Hay que ganarlo casi todo, empezando por el partido de hoy. Si se consigue, seguirá habiendo tiempo para soñar.
