laizola y sus muchachos tienen este mediodía una difícil papeleta en el Alfonso Pérez Muñoz -el estadio cuyo nombre es el del segundo entrenador del Mallora B- ante un Getafe que está en racha y que prácticamente lo gana todo desde que Bordalás se sienta en el banquillo del conjunto azulón. Ya se sabe que en el fútbol todo puede pasar, y no sería la primera vez que un equipo que asume el papel de víctima acaba llevándose el gato al agua. Para que eso suceda, el Mallorca deberá ofrecer una imagen muy diferente a la ofrecida en los desplazamientos a Almería y Soria, cayendo ante dos rivales que también luchan por la permenancia. El de hoy lo hace por subir a Primera por la vía rápida -quedar entre los dos primeros, nada de promociones-, por lo que es de esperar un rival atrevido, ofensivo y que buscará los tres puntos desde el pitido inicial.
El Mallorca también ha de ser valiente e intentar jugar de tú a tú a su rival, por superior que sea. Afrontar el partido con la intención de defender el empate inicial sería un suicidio, primero porque pocas veces sale bien, y después porque el Mallorca no es un equipo preparado para defensas numantinas, siempre expuesto a errores individuales o colectivos.
Hoy finaliza la primera vuelta, decepcionante una vez más y que, pase lo que pase hoy en Getafe, condena al equipo al triste objetivo de la permanencia. Harán falta muchas victorias para conservar la categoría. El colectivo se ha de hacer fuerte en sus estadio e intentar rascar lo que se pueda fuera, pese a que el rendimiento sea muy deficiente. En principio, el Mallorca ha elegido un mal día para dejar de fumar. Pero, quién sabe...
