Ocurrió en octubre de 1991 y la protagonizó uno de los grandes personajes de la era moderna del Real Mallorca, como en su día fue el portero internacional Ezaki Badou, quien fue uno de los fichajes estelares de la presidencia de Miquel Contestí, en el histórico regreso del conjunto a Primera División tras haber estado a punto de desaparecer. El cancerbero marroquí, muy querido en su día por la afición rojilla y considerado uno de los mejores guardametas del mundo, desapareció durante dos semanas. Una espantada que supuso el principio del fin de su etapa mallorquinista y dejó en evidencia su pésima relación con Llorenç Serra Ferrer, por entonces entrenador y el profesional con más peso en la gestión y organización deportiva del club.

El choque entre Ezaki y Serra Ferrer se resolvió con la salida del club del portero, anunciada el 28 de octubre de 1991, mediante un escueto comunicado oficial por el que el club hizo pública la decisión de ambos "para resolver de forma definitiva el contrato profesional". La desaparición de Ezaki Badou se prolongó por espacio de semanas. Y su huida tuvo como destino la ciudad de Casablanca y según mantuvo el propio cancerbero se debió "a un problema muy grave y familiar". Sin embargo, posteriormente se conoció que, días antes de abandonar la isla con destino Marruecos, Ezaki Badou realizó una importante compra de cartuchos para su escopeta de caza en la Armería Benito de la Porta de Sant Antoni, como publicó entonces el periodista Humbert Colom, buen amigo y cliente del popular armero.

Ezaki Badou se dio a conocer internacionalmente en 1986, con su gran actuación en el Mundial de México. Una revelación que le permitió disfrutar de ofertas para su fichaje por parte de varios equipos europeos, aunque fue el Real Mallorca el que se llevó el gato al agua y logró su traspaso del WAC Casablanca. Y con 27 años de edad, en la temporada 1986-1987, debutó en la Primera División española con un Real Mallorca recién ascendido, que aquella temporada concluyó sexto en la clasificación y con Enrique Magdaleno como primer goleador español, ocupando la tercera posición en la clasificación del Pichichi, con 19 goles, ante los 34 del mexicano Hugo Sánchez, con el Real Madrid, y los 20 tantos a cargo de Gary Lineker, con el Barcelona.

En los seis años que Ezaki Badou permaneció bajo la disciplina rojilla jugó 161 partidos de Liga y fue subcampeón de la Copa del Rey, en 1991. En su segunda temporada con los bermellones, el equipo descendió, pero logró el ascenso justo al año siguiente (1989), en el que 'Zaki' fue reconocido con el Trofeo Zamora de la Segunda División A. En su última temporada en la isla, en la que desapareció dos semanas, el Real Mallorca terminó descendiendo a Segunda A. En ese año, el 1992, fue cuando Ezaki Badou regresó a Marruecos, afrontando una última temporada como portero profesional en las filas del FUS Rabat.