En la media hora que estuvo sobre el terreno de juego, James creó más peligro que todo el equipo junto en la hora anterior. Como ante el Lugo la semana pasada, cuando debutó con el primer equipo, el mallorquín, que entró por un desafortunado Sissoko, dispuso de la primera oportunidad de marcar a los seis minutos de entrar al terreno de juego, pero su disparo con la derecha -él es zurdo- le salió flojo y muy fácil para el guardameta del Deportivo Alavés. Consciente de que en cuanto se recuperen Acuña y Brandon, más los que puedan llegar en el mercado de invierno, cinco minutos después pecó de generoso al centrar a Bianchi cuando parecía que lo tenía todo a favor para rematar. Una lástima porque se mereció el premio del gol. Su entrada, sin fortuna, dio más chispa al Mallorca.
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La cara