Difícil compromiso tendrá el Mallorca mañana sábado en Vitoria. La visita al Alavés, tercer clasificado de la Liga, se presenta como uno de esos partidos en los que no puede haber el más mínimo síntoma de relajación. La razón: el rival es el más aguerrido de la categoría. El más duro si se acompaña la definición con un dato objetivo: es último en la clasificación de Segunda del ´Premio Juego Limpio´. Curiosamente, su técnico Pepe Bordalás, quien ya en la temporada pasada tuvo al Alcorcón entre los equipos más incómodos de la competición.
Cierto es que a veces las amonestaciones no van ligadas al juego violento, pero también que siempre se recibe más sanción cuando se juega al límite. Y el Alavés no da facilidades, no cede ni un milímetro en sus esfuerzos y prueba de ello son las 54 tarjetas amarillas han mostrado a los de Mendizorroza (26 más que al Oviedo, el que menos ha visto).
A ellas hay que añadir ocho más que provocaron cuatro expulsiones por doble amonestación. Además, ha recibido tres rojas directas en las 14 jornadas que se han disputado en la Liga.
En una competición en la que los antaño ´hombres de negro´ han sacado de su bolsillo 881 tarjetas amarillas, el Alavés tiene a tres hombres en el ´top ten´ de los más castigados: el centrocampista uruguayo Guichón es el que más ha visto, con siete cartulinas; su compañero de equipo Sergio Mora también suma siete en una lista que comparten ambos con Yeray (Athletic B), Cámara (Tenerife) y Lejeune (Girona); y Laguardia ha visto seis cartulinas. Y un delantero, Toquero ha visto cinco cartulinas. En cuanto a expulsiones, el Alavés también es líder con siete (dos de Carpio).
Los números no deberían extrañar si se recuerda que el técnico es Pepe Bordalás, quien también en la primera vuelta de la temporada pasada tuvo sus polémicas cuando dirigía al Alcorcón. El nivel de agresividad de los madrileños bajó en la segunda vuelta del campeonato, aunque Verdés (ahora en el Oviedo) acabó el torneo con 22 amarillas.
