El Real Mallorca visita esta tarde El Sadar con el recuerdo todavía fresco de la escandalosa derrota que encajó allí mismo la pasada temporada. Es el mismo rival y el mismo escenario, pero han cambiado los actores y es del todo improbable que vuelva a repetirse algo parecido al 6-4 registrado aquel septiembre.
La competición había empezado con malos presagios para un Mallorca que entonces capitaneaba Valeri Karpin y que salió de Pamplona en coma.
Fue un encuentro loco entre dos rivales que acabarían la temporada peleando por la permanencia -al final pasaron más apuros los navarros- y que se resolvió en media hora extraordinariamente inspirada de Osasuna, equipo que entonces entrenaba Jan Urban.
El marcador sonreía a los mallorquinistas iniciada la segunda mitad, cuando ya ganaban 1-3 gracias a un gol de Marco y otros dos de Scepovic. Pero los locales se desataron y materializaron cinco dianas en menos de media hora mientras los hombres de Karpin eran devorados por la angustia. Abdón puso el 6-4 definitivo superado el tiempo reglamentario y pudo maquillar una de las goleadas más escandalosas de la historia del Mallorca.
Aquella temporada los rojillos habían heredado la fragilidad defensiva de la campaña anterior, y aunque no volvieron a encajar media docena de tantos en lo que quedó de competición, terminaron en el podio de los equipos más goleados de la categoría.
Las circunstancias han cambiado radicalmente algo más de un año después. Al menos las estadísticas del Mallorca este curso no invitan a pensar en otro encuentro anárquico.
El conjunto de Albert Ferrer saltará al césped de El Sadar siendo el menos goleador del campeonato -siete goles en doce jornadas- y uno de los que menos encaja -diez dianas-. La defensa bermellona se está mostrando extraordinariamente fiable y ha tenido mucho que ver en que el Mallorca acumule ya seis jornadas sin conocer la derrota, aunque haya sumado cuatro empates y solo dos triunfos.
Sí ha cambiado el estatus de uno y otro equipo. Si el pasado curso se medían dos conjuntos igual posicionados en la clasificación, esta vez los navarros son terceros después de protagonizar un fulgurante arranque liguero que les permitió liderar la tabla durante seis jornadas consecutivas.
Ahora el grupo de Enrique Martín atraviesa por un bache deportivo después de encadenar dos derrotas, y cuenta con alguna baja importante como la del defensa mallorquín Tano Bonnín, lesionado. El resultado es muy incierto, pero el Mallorca confía en mantener su solvencia defensiva y desde la retaguardia tratar de sorprender a un Osasuna intratable en El Sadar.
