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El jugador

Cendrós se marcha por la puerta de atrás

El mallorquín, sin encaje en los planes de Ferrer, se compromete con el Lugo poniendo fin a una polémica y traumática salida

Pau Cendrós, el domingo en la grada del Municipal de sa Pobla. P. A. Ramis

­Pau Cendrós firmó ayer una temporada con el Lugo, poniendo fin al ´culebrón´ veraniego en el Real Mallorca. La baja del lateral diestro ha sido larga, polémica y dolorosa para el propio futbolista, que durante un mes y medio se ha quedado fuera de todas las convocatorias.

El director deportivo, Miquel Àngel Nadal, tenía claro que Cendrós no encajaba en el proyecto del Centenario después de una temporada en la que tuvo mucho protagonismo en las alineaciones y en la que dejó un reguero de errores de calado que costaron algunos puntos a los bermellones. El hecho de que avisara de su boda con poca antelación caldeó los ánimos en la planta noble de Son Moix. El club le abrió un expediente disciplinario y rompió con un futbolista que un año antes había regresado a la isla convertido en uno de los emblemas del Mallorca 2014/15.

El Mallorca y Pau Cendrós mantuvieron un largo pulso que terminó la tarde del pasado viernes, cuando las dos partes acordaron una cifra para rescindir el año que le quedaba de contrato al jugador: 35.000 euros.

El lateral diestro encajó mal la decisión de Nadal de no contar con el para la temporada que está a punto de arrancar y desde el primer momento tuvo claro que iba a reclamar los 120.000 euros que tenía firmados por contrato.

El tira y afloja se alargó mientras Ferrer le excluía de sus convocatorias y se amontonaban en la mesa del representante del mallorquín ofertas de varios equipos de Segunda y del extranjero. Al final el Lugo sedujo a Cendrós. El conjunto gallego alcanzó un principio de acuerdo con el jugador hace tiempo y esperó hasta el pasado viernes.

El lateral diestro, formado en las categorías inferiores del Real Mallorca, cuenta con un largo historial en Segunda División, algo más corto en Primera y una experiencia en Bélgica.

La primera vez que tuvo que marcharse del Mallorca contra su voluntad fue en el verano de 2012, cuando al principio de la pretemporada Joaquín Caparrós le comunicó que no le quería en el equipo. Aquella campaña el conjunto bermellón descendió a Segunda y Cendrós jugó en la liga belga.

Tres años después se ha repetido la historia. La dirección deportiva se planteó una reconstrucción integral de la plantilla para olvidar los sinsabores del pasado curso y diseñar un proyecto ambicioso que aspire al ascenso. Era obligado cambiar casi toda la defensa y esa transformación pasaba por prescindir de Cendrós.

La salida del futbolista supone un alivio para la dirección deportiva, que ahora se enfrenta al desafío de rescindir a Agus. El central reclama 160.000 de los 230.000 euros que cobraría el año que le queda de contrato y el Mallorca considera la cifra desproporcionada.

Las posiciones están muy alejadas y el caso del albaceteño es más difícil porque tiene menos mercado que el que tenía Cendrós. El club espera que el futbolista ceda terreno sabiendo que si permanece en la entidad bermellona verá todos los partidos desde la grada.

El viernes también se pactó la salida de Gai Assulin, que próximamente se hará oficial. El israelí, que tampoco entra en los planes de Ferrer, acepta cobrar 15.000 euros a cambio de rescindir su contrato.

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