Puntuales a la cita de Sant Antoni los dos dimonis de Artà, Mosca y Ferriol han despertado un año más a todos los presentes que respondieron con bailes y numerosos tragos a las hierbas dulces de turno.

Una marea vestida de blanco y negro con su pertinente pañuelo rojo, se ha concentrado pronto, antes de la nueve de la mañana, en la casa de l'Obrer de este año, Pere Pep Gil, para desayunar de la típica merienda a base de chocolate y ensaimada, junto a autoridades políticas, familiares, amigos y representantes de otras obrerías y patronats.

Cabe recordar que este año la fiesta artanenca ha venido marcada por la presentación de un sello de Correos, que conmemora la tradición del municipio del Llevant, al tiempo que los días previos se tiñeron de polémica, tras la publicación en redes sociales de una imagen desnudo del dimoni debutante de este año, Xisco Mosca junior.