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Lletra menuda

Las miserias del turismo degradado

La cruda y en este caso vergonzante realidad supera con creces los efectos del trabajo y las analíticas para mejorar las cosas. Comienza a reconocerse el esfuerzo que está realizando Calvià para mejorar su modelo turístico. Los propios datos estadísticos confirman que la borrachera tolerante del todo vale y la degradación de la prostitución, tras la cortina o en la misma calle, son repudiadas por las autoridades y no digamos por el vecino estable y tranquilo. Sin embargo, la resaca de demasiados años de permisividad, de mirar a otro lado, es todavía muy aguda. Por eso se permanece en números rojos y en actitudes inaceptables en cuanto a avance social de turismo decente y del respeto a las personas. Los datos son espeluznantes. Calvià alberga a la mitad de los prostíbulos registrados en Balears con un gran epicentro localizado en Magaluf. Solo en julio y agosto pasado se persiguieron 700 casos de explotación sexual en el municipio. En un solo mes ha sido posible localizar 119 anuncios de prostitución a través de internet. Los investigadores también dejan claro que muchos jóvenes británicos actúan bajo la creencia de que Calvià en la ciudad sin ley en la que todo está permitido y todo es posible. Queda un inmenso trabajo por hacer y un gran camino por reconstruir. Metges del Món aconseja campañas de concienciación social. La prostitución y la explotación sexual seguirán siendo posible mientras la sociedad la admita o tolere. No bastan medidas policiales.

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