El alcalde de Santanyí, Llorenç Galmés (PP), protagonizó la frase del pleno municipal, al asegurar que con todo el trabajo y las responsabilidades derivadas del cargo, cobra poco. Y eso que anualmente percibe un sueldo de 49.000 euros, lo que solamente son mil euros menos del máximo establecido por la ley estatal al respecto para alcaldes de municipios con una población entre 10.000 y 15.000 habitantes.

La afirmación de Galmés provocó un debate airado con la oposición, que le recriminó que en el ayuntamiento de Santanyí ya haya hasta cinco concejales con dedicación exclusiva, con sueldos que no bajan en ningún caso de los 40.000 euros al año, siendo el que más paga en su categoría.