La campaña de sepia está tocando a su fin y las diferentes cofradías de pescadores se sienten satisfechas con los resultados. La califican como una buena campaña, sin llegar a ser excelente "pero teniendo en cuanta que las ha habido mucho peores", precisa Gabriel Payeras, patrón mayor de la cofradía de pescadores de Sant Pere de Alcúdia.

A finales de abril (concretamente el día 25) se llevaban capturados 30.473 kilos de este molusco cefalópodo. Esta cifra supera ya el total de las capturas de 2016, que fue de 29.621,88 kilos Teniendo en cuenta que aún se va capturando, aunque en menor medida, es de suponer que esta campaña superará aún en mayor medida a la precedente.

Sin embargo, lo importante de la temporada de 2017 es que el precio se ha mantenido estable. "Es importante para el sector que no tenga fluctuaciones muy pronunciadas porque eso nos garantiza nuestra estabilidad de ingresos", apunta el patrón mayor de la cofradía de la Verge del Carme de Pollença, Joan Suau.

Langosta

Desde el pasado mes de abril una parte importante de la flota artesanal se dedica a la captura de la langosta. Quedan pocos barcos dedicados a la sepia porque ya no se capturan en la misma cantidad, son mucho más grandes y la gran mayoría ha salido ya hacia aguas profundas. La sepia desova en aguas someras y vuelve a mar abierto.

La sepia es un molusco que alcanza los 30 a 40 centímetros de longitud. Vive en el fondo de los mares poco profundos, generalmente entre las hierbas acuáticas y las algas. Está muy bien adaptada para nadar entre dos aguas, actividad que practica intensamente. Se desplaza mediante una ondulación progresiva de los pliegues laterales del manto. A veces también recurre a la energía reactiva, expulsando el aire de la cavidad paleal por el tubo del embudo. En caso de peligro, este modo de locomoción permite una rápida huida, efectuando verdaderos saltos en el agua.

Come pequeños moluscos, cangrejos, camarones, peces y otros de su misma especie, que mastica gracias a su pico triturador, usado otras veces como defensa de último remedio. Entre sus predadores se incluyen los delfines, tiburones, peces, focas y otros de su misma especie. Viven de uno a dos años.

Gabriel Payeras apunta que "en el plazo de unas semanas, los barcos que quedan pescando sepia cambiarán las artes para dedicarse o bien a la langosta o al pescado variado, que es la ocupación de la flota en verano".