El rector del Oratorio de Portals Nous (Calvià), Pep Toni Guardiola, defiende el carácter "solidario, espiritual y ecológico" del proyecto que defiende para este entorno; un plan que incluye un restaurante para promover la inserción laboral, la instalación de cuatro casetas de silencio, el desplazamiento de la entrada principal a la ermita y el vallado del recinto, entre otros aspectos.
En un encuentro con este diario, Guardiola asegura contar con el respaldo del Obispado, rechaza que tenga ninguna intención de lucro y niega que entre sus planes figure la destrucción paisajística del entorno. En este sentido, sugiere la idea de que, si este terreno no fuese propiedad de la Iglesia, seguramente "ya estaría urbanizado", tratándose de un enclave en primera línea en una de las zonas más cotizadas de la isla.
Posición vecinal
El proyecto de centro espiritual que lleva defendiendo desde finales de la legislatura pasada ha despertado controversia entre los vecinos de la zona, que llegaron a convocar una manifestación en 2014 para posicionarse en contra de cualquier cambio en el Oratorio. También ha causado opiniones encontradas a nivel político. El Ayuntamiento actual (PSOE-SSPC) rechazó conceder licencia para el nuevo restaurante.
Precisamente, el tema del restaurante es el que ha generado una oposición más enconada entre vecinos por su posible impacto. A este respecto, Guardiola niega las acusaciones de que detrás haya un interés económico: "Si yo quisiese lucrarme, a lo mejor no sería usando un criterio de restaurante como éste para fomentar la inserción laboral".
En este punto, apunta que ha mantenido negociaciones con Cáritas Diocesana para que pueda gestionar este local, siguiendo un modelo parecido al que desarrolla en la actualidad Amadip. Cuando se le pregunta si estaría dispuesto a renunciar a este restaurante a cambio de la aprobación del resto de su plan, responde: "Se puede negociar. Hace un año y medio que todo está por negociar". El rector apuesta también por la instalación de cuatro casetas que denomina de "silencio", para meditar y rezar. "Una de las urgencias más grandes es encontrarnos a nosotros mismos", dice Guardiola, quien detalla que las casetas sólo tendrían una silla y una mesa.
Precisamente, este lado del terreno del Oratorio da a un desnivel, donde Guardiola plantea levantar unas marjades para evitar los desprendimientos de tierra. Además, el rector cree que, en pro de la mejor conservación del entorno, es necesario proceder al vallado. "Nunca me he planteado cerrar (totalmente el acceso). Pero sí limitarlo (a un horario)", manifiesta. Guardiola recuerda, en este sentido, que el antiguo restaurante -ahora un comedor- fue objeto recientemente de actos vandálicos y que, hace algún tiempo, se encontró de noche con varias velas encendidas, con el consiguiente peligro de incendio.
Vallado del recinto
Cuando se le recuerda que empezó unas labores de vallado que el Consistorio paralizó iniciando un expediente al hacerlas sin permisos, el rector explica que el pasado julio pidió una licencia municipal para esta obra y que todavía no le han contestado.
Respecto a la intención de que el actual chiringuito que tiene alquilado la Iglesia en la playa del Oratorio pase a ser "ético", la parroquia informa de que el contrato acaba el año que viene y que el objetivo sería que el futuro arrendatario -ya sea el actual o alguna de las otras cuatro propuestas que se han presentado de cara al futuro- se guiase por estos criterios "solidarios".
