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Medio Ambiente

Artà pide al Consell construir una planta para tratar sus residuos orgánicos en casa

El Ayuntamiento quiere evitar los elevados costes que supone tanto el transporte como la contaminación generada para llevarlos tres veces por semana hasta Son Reus

La planta de Tirme en Son Reus, a 75 kilómetros del pueblo. Artà querría una pequeña para residuos orgánicos. Diario de Mallorca

La concejalía de Medio Ambiente del ayuntamiento de Artà, dirigida por Aina Comas (Alternativa), ha planteado al Consell de Mallorca la posibilidad de poder construir su propia planta para el tratamiento de los residuos orgánicos que el municipio genera, lo que conllevaría un importante ahorro tanto económico como medioambiental para el territorio artanenc, uno de los más protegidos de la isla.

Desde que se puso en marcha la recogida de residuos puerta a puerta, el Ayuntamiento ha podido constatar un notable ascenso de la fracción orgánica. De hecho en 2015 se recogieron un total de 839 toneladas, lo que supone un 26% del total de residuos, por encima del 11% que suponen los envases, el 10% de papel y el 12% de cristal. Una cifra que en los próximos años podría llegar hasta el 43%, según datos de previsión del Ministerio, con lo que Artà llegaría a una producción de 1.400 toneladas anuales.

Según la delegación de Medio Ambiente, y teniendo en cuenta la actual legislación autonómica en este sentido (que solo permite tratar dichos residuos en la planta de Tirme en Son Reus de Palma), el municipio de Artà necesitaría una planta con una capacidad máxima de 5.000 toneladas al año, "minimizando los riesgos de olor y permitiendo la obtención de un producto (compost) de alta calidad", a través de técnicas como el biogas o los bioreactores. Para ello el consistorio estaría incluso dispuesto a comprar o conveniar un alquiler en suelo rústico para la construcción de dicha planta.

El aspecto fundamental que hay que tener en cuenta sobre todo, son los costes de transporte (que pagan los vecinos) y que suponen un importante handicap para el municipio, situado a 75 kilómetros del Parc de Tecnologies Ambientals de Son Reus; "dado que la fracción orgánica, por su naturaleza, se realiza tres veces a la semana y cada día de recogida se pueden obtener entre cuatro y nueve toneladas (dependiendo si es invierno o verano), significan 450 kilómetros a la semana", apunta Alternativa, que cumpliría de esta forma con uno de los acuerdos del pacto de gobierno municipal entre El Pi, Alternativa y los socialistas.

Del mismo modo este transporte por carretera también lleva asociado, evidentemente, unas emisiones de gases de efecto invernadero que suponen, según los cálculos municipales, 221 kilos de CO2 a la semana, o lo que es lo mismo: 11.483 kilos de dióxido de carbono al año. Artà es uno de los municipios mallorquines adheridos al pacto de alcaldes comprometidos con la lucha contra el cambio climático.

Paralelamente y dado la actual población artanenca (7.381 habitantes según datos oficiales de 2015) el Ayuntamiento cree también posible que parte del tratamiento de ese residuo orgánico pudiera realizarse por medio del autocompostaje o compostaje comunitario, lo que ahorraría entre un 20 y un 30% de materia que ya no iría a la planta.

Marca Artà

Asimismo la construcción de la infraestructura también generaría distintos puestos de trabajo "de calidad y ligados al territorio", con operarios y otros empleados para la comercialización del producto generado. Y es que hay que recordar que en junio de este año, el alcalde de Artà, Tolo Gili (Proposta per les Illes) planteó en un encuentro sobre gestión medioambiental sostenible celebrado en el Gran Hotel de Palma, la posibilidad "de que en un futuro el municipio pudiera vender compost como Ayuntamiento y con marca propia", a partir de la materia orgánica que se genera en la zona. "Pienso que el objetivo final debe ser tratar el orgánico en casa".

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