Los últimos años de la pasada centuria y principios de la actual, demostraron como en verano la mayoría de huertos de sa Pobla mostraban sus tierras al desnudo, señal de que aquel ciclo de alternancia de cultivo, de patata temprana-judía-patata de invierno, iba tocando a su fin. Aquella preocupante situación, sería el preludio de la muerte anunciada de un cultivo que, como queda reflejado, fue durante muchos años básico para el motor económico de la población, obligada entonces a orientar la mirada hacia el cultivo de otros productos hortofrutícolas. Comenzaría una nueva era para los siempre esforzados agricultores poblers.
Oferta Flash
Suscríbete a Diario de Mallorca durante nueve meses por tan solo 9,99 euros
El dato