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Entrevista

Mateu Mas Perelló: "Describir cómo se mete una pizza en el horno también puede ser interesante"

"Me propuse no dejar pasar ni un día sin escribir al menos diez minutos, estuviera inspirado o no"

La primera novela de Mas saldrá a la venta mañana.

‘Hotel Tancat’ es la primera novela de este educador social ‘manacorí’. Una historia de una pareja distanciada por sus aspiraciones en los meses de temporada baja. Mañana se presenta a las 20 horas en Can Lliro (Manacor).

-¿Ya se lo cree?

-Todavía no. Reconozco que tengo un poco de pánico a la crítica y a lo que pueda interpretar el lector porque, quieras o no, siempre hay cosas autobiográficas.

-Escritor casi a los cuarenta

-Siempre me ha gustado escribir. De pequeño ya escribía diarios personales y en el instituto fui finalista de un concurso de relatos, pero ya está. Hasta que hace tres años y medio, a los 34, cuando nació mi primera hija, me propuse acabar el libro que tenía empezado a modo de relatos cortos. La cosa se descontroló y acabó en esta novela... no sin dificultades.

-¿Por qué?

-Me bloqueé y no podía acabarla. La solución salió de un curso de escritura creativa a distancia.

-¿Cómo encuentra editorial un escritor novel?

-Enviando solicitudes y copias a editoriales. Hay que decir que no de forma indisciplinada, sino poniéndome en contacto personalmente con ellas y tratando de explicar la novela... hasta que la editorial catalana La Vocal de Lis se interesó.

-Hágame un resumen a ver qué tal...

-La historia trata de una pareja. Ella es una joven recepcionista de un hotel de Calvià, que aprovecha el cierre invernal para formarse, estudiar para tratar de ascender dentro de la propia empresa. Él, en cambio, es un funcionario apalancado con pocas ambiciones de futuro.

-Y ahí surge el conflicto

-Sí, porque ella todavía quiere comerse el mundo. Y porque sus jefes le proponen ir a Bonn (Alemania) para hacer un curso de un mes y medio, a lo que él no está muy de acuerdo.

-¿A Bonn?

-Sí. Calvià es como el paradigma del turismo en Mallorca y Bonn era hasta hace poco la capital alemana. De hecho tuve que irme allí unos días para poder contar mejor qué le pasa a ella y los sitios a donde va. Tocar las cosas con las manos, saber qué platos puede comer un personaje en un restaurante porque ya los has probado... todo te ayuda mucho a componer las historias, los lugares.

-¿En qué género la enmarcamos?

-Buf, es complicado... sería una tragicomedia, una historia cotidiana. Mi cuñada me dijo el otro día que la forma de escribir le recordaba a David Trueba, lo cual es un honor.

-Además de Trueba. ¿sus referentes son...?

-Por ejemplo Tom Sharp, Julio Llamazares o Paul Auster. Como le decía en los libros me gusta encontrarme con escenas cotidianas del día a día. Cómo se mete una pizza en el horno también puede ser interesante [sonríe].

-Tres años y medio para escribir una novela, ¿significa que no va a haber más?

-¡No!, en realidad ver que ha salido bien me ha animado mucho, ya tengo nuevas ideas rondándome por la cabeza.

-¿La escritura es, sobre todo, sacrificio?

-Es mi caso sí que hay algo de ello, aunque por mi trabajo también es la forma de ‘desconectar’ y pensar en otras cosas. La literatura ha tenido una función terapéutica. Pude acabar Hotel Tancat porque me propuse no dejar pasar ni un día sin escribir al menos diez minutos, estuviera o no cansado, inspirado, enfadado o enfermo.

-¿La novela esconde una crítica al sector hotelero?

-No especialmente. Digamos que hay un mensaje implícito, no explícito, pero como también lo hay de otros temas políticos, sobre la tecnología o sobre la crisis de valores del hombre del siglo XXI, por ejemplo. Los trabajadores de la hostelería van tan de culo durante unos meses, el trabajo es tan absorbente, que deben aprovechar la temporada baja para hacer otras cosas.

-¿El sector está sobredimensionado?

-Tradicionalmente ha sido muy fácil entrar a trabajar en la hotelería mallorquina porque creció mucho y muy rápido. El problema es que el sector servicios hizo desaparecer a casi todo el tejido industrial con él. Además de dificultar la conciliación familiar.

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