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Calvià

'Guerra' por el territorio en Magaluf

Bares de Punta Ballena recurren al Ayuntamiento para evitar que discotecas y 'table dance' ganen presencia promocional en la puerta de entrada a la célebre arteria de ocio: en el entorno de la Oficina de Turismo

Una escena de la noche de la calle Punta Ballena, situada en Magaluf, de la pasada temporada.

Si las guerras convencionales se definen por el ansia de ocupación de territorio y el sometimiento del contrario, las guerras empresariales de hoy en día no les van a la zaga. En Magaluf (Calvià), por ejemplo, por cada palmo de dominio se batalla denodadamente. La presión de una temporada corta, que a duras penas llega a los cinco meses, estrecha los márgenes de beneficios y acelera esa lucha.

El último capítulo de esa guerra viene determinado por el rechazo de locales de Punta Ballena a que se ubique una zona común para la promoción de discotecas y locales de table dance en el entorno de la Oficina de Turismo de Magaluf, en la antesala de la calle de ocio más famoso. Para ellos, significa ceder terreno. Y cada palmo cuenta.

Como explican en el sector, este tipo de zonas comunes que pueden utilizar las discotecas para promocionar sus negocios surgieron en la época en que los tiqueteros (relaciones públicas) estaban prohibidos en Calvià. Era una manera de facilitar que pudiesen llegar a los clientes. Pero los tiqueteros se autorizaron después, y esas zonas siguieron funcionando. Los bares de Punta Ballena agrupados en la Asociación de Locales de Ocio de Calvià (ALOC) consideran que estos entornos de dinamización comercial constituyen una competencia desleal.

'Nuevo Magaluf'

"Se habla mucho del 'nuevo Magaluf', pero se tiene que conseguir que ese impulso a la renovación se traduzca en medidas efectivas", manifiesta el presidente de ALOC, Javier Pedreira. En este sentido, la asociación empresarial recuerda que los negocios que acuden a esas zonas comunes promocionan ofertas que no casan muy bien con una imagen de reconversión: barra libre de alcohol, pub crawl (excursiones etílicas) y party boats (fiestas en barcos). Y agregan que, entre esos negocios, aparecen también clubes de striptease y table dance. "¿Qué imagen damos publicitando la prostitución?", se pregunta algún empresario de ocio.

En el trasfondo de este malestar, se encuentra la batalla por el territorio, que los bares y locales más pequeños defienden con celo ante la proliferación de kioscos de venta de entrada para discotecas. "Uno va por Magaluf, y parece que está en el mercado. ¡Yo te ofrezco ajos a dos euros! ¡Pues yo, a uno! Y así uno detrás de otro", bromea otro empresario.

En algunos casos, estos kioscos temporales se ubican sobre terrazas de bares, estancos, supermercados o negocios de tatuaje cuando estos acaban su jornada laboral, apuntan empresarios de la noche de Magaluf. El primer movimiento que han realizado los bares de Punta Ballena en este inicio de temporada ha consistido en presentar un escrito en sede consistorial solicitando que no se autorice esta zona común de relaciones discotecas en el entorno de la Oficina de Turismo de Magaluf. Está previsto que su postura la refrenden en una asamblea convocada para hoy por la Asociación de Locales de Ocio de Calvià.

Por el momento, el malestar sobrevuela sobre una parte del sector de ocio, que considera que pocas cosas han cambiado esta temporada. "Hay una decepción. Estamos en un 'totum revolutum' en que todo sigue igual. No se ha dado aún una solución a la ordenanza de ruidos ni a las multas por los 'tiqueteros", se lamenta el empresario Alejandro Jara.

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