El ayuntamiento de ses Salines aprobó en el pleno del lunes la Ordenanza general reguladora de los horarios de apertura y cierre de los establecimientos públicos, los espectáculos públicos y las actividades recreativas. También dio luz verde a la Ordenanza reguladora de la ocupación de la vía pública (mesas y sillas). Un considerable número de municipios de la Part Forana ya vienen aplicando desde hace tiempo este tipo de ordenanzas que regulan horarios y terrazas. El alcalde, Bernat Roig (Endavant), y el concejal Tolo Salvà (El Pi), consultados por este diario explicaron que dichas aprobaciones obedecen a la necesidad de dar garantías a las actividades económicas-comerciales como también asegurar el derecho al descanso de los vecinos. Respecto a la ocupación de la vía pública, se desea que impere el sentido común y se ofrezca una óptima imagen, y garantizar el derecho de paso de los viandantes.
Fuentes municipales reconocen que, durante años, ha habido quejas de residentes y visitantes por ruidos. También se cuestiona alguna ocupación abusiva del espacio público con mesas y sillas.
Cabe apuntar que en múltiples municipios, como Manacor y Sant Joan, destaca la progresiva instalación de terrazas similares entre si, con protecciones, tarimas de madera, etc. En algunos pueblos se ha procedido a pintar líneas sobre el asfalto para fijar los límites de las terrazas de los bares y cafés.
Juan Rodríguez, regidor del PP, justificó el voto en contra de su partido criticando que las ordenanzas "son muy restrictivas" y "se ponen muchas pegas a los negocios".
En contraste, Roig sostiene que "se busca conciliar la actividad económica con el derecho al descanso de los vecinos y garantizar el paso en el espacio púbico".
Reinstauración de la ORA
El ayuntamiento de ses Salines reinstaurará este año, con importantes cambios, la ORA en la Colònia. El PP también votó en contra al considerar que "no está garantizada la rotación y será un aparcamiento al aire libre, además se sube de 5 a 7 euros la tarifa para aparcar todo el día y no se evitarán los atascos, simplemente habrá más coches en toda una serie de calles próximas".
Roig y Salvà defienden, en cambio, la necesidad de agilizar desplazamientos y que la zona turística sea más atractiva. Los residentes en las zonas con líneas azules podrán aparcar gratis. El resto de empadronados podrán optar por pagar la tarifa general o comprar una tarjeta anual que costará 45 euros (0,2 euros al día).
