Calvià quiere potenciarse como destino deportivo. Esto no es ninguna novedad. En esa línea, van algunos hoteleros que estan adecuando sus instalaciones para la llegada de cicloturistas. Y ésa es también, en las últimas legislaturas, la apuesta del Ayuntamiento, que precisamente ayer anunciaba que la pista de atletismo de Magaluf acogerá una media de 140 deportistas al día entre los meses de marzo y mayo, muchos de ellos con la vista puesta en las Olimpiadas de Rio de Janeiro. Pero lo que no sabe mucha gente es que este municipio también es territorio para el entrenamiento colombófilo.
Sí, tal cual. Las palomas se ejercitan en el término, como si de futbolistas, atletas o tenistas se tratasen. Lo pudieron atestiguar las personas que pasaron ayer por la mañana por la zona de aparcamiento del antiguo Aquapark de sa Porrassa, que está cerrado desde hace años. Hasta allí llegó ayer un camión con decenas de cajas con palomas mensajeras de clubes de Llucmajor. Por lo que cuentan en este mundillo, ahora empieza la temporada de competiciones y tienen que entrenarse para ir cogiendo la forma.
El entrenamiento comenzó cuando el operario abrió las cajas. Las palomas salieron en desbandada. Tenían como objetivo regresar después a sus palomares de origen. Al parecer, en otras ocasiones se ha utilizado este aparcamiento como lugar de preparación, haciendo que Calvià, además de territorio del deporte, sea territorio colombófilo.
