Seguro que ha oído usted alguna vez que, si se porta mal, los Reyes Magos le traerán carbón en lugar de juguetes. Son muy pocas las pastelerías y hornos que lo elaboran artesanalmente, la mayoría prefieren comprarlo de importación para reducir gastos. Proviene mayoritariamente de Barcelona. Pero todavía hay algunos que lo preparan por encargo, además de otro plato tradicional de estas fechas.
Se trata de un plato dulce prácticamente olvidado, las Sopes Nadalenques. Rafel Solivellas, del Forn Can Rafel de Búger es un pastelero que lo elabora. Explica: "Me encanta rescatar recetas tradicionales y conservarlas". De hecho, tiene previsto convertirse en maestro artesano el próximo mes. Él también elabora el tortell mallorquí. "A mí me gusta lo artesanal y tradicional y aunque sea más costoso lo hago así", manifiesta este joven de Selva que llena de aromas dulces la calle Major de esta localidad.
El carbón, explica "es sencillo de elaborar". "Se necesita azúcar, limón, el blanco del huevo, azúcar glas y colorante. No hace falta que siempre sea carbón negro, también puede ser de otros colores", dice. Las sopes nadalenques se elaboran con "una receta sacada del baúl de los recuerdos". Sus ingredientes son dulces y el plato, también llamado sopes dolces, se reconoce porque va servido dentro de una casuela de barro pero sin ningún ingrediente salado. Para elaborarlo se utiliza la coca de cuarto mallorquina, el blanco del huevo, el azúcar glas y un trozo amarillo de turrón. Estos ingredientes simulan el pan y un huevo frito. Para el tortell se utiliza anís, mantequilla así como otros ingredientes y "no la típica pasta de roscón". Hoy, se han sustituido las sopes por el roscón de Reyes aunque antes del roscón estaba el auténtico tortell mallorquí.