El Ayuntamiento de Inca ha incrementado la vigilancia de los contenedores de basura urbanos y endurecido su política sancionadora con la intención de erradicar las prácticas insalubres que llevan años proliferando. La concejal de Mantenimiento, Xesca Barceló, ya anunció hace un mes que se produciría este incremento y la vigilancia de ciertas zonas mediante la colaboración de agentes de la policía de paisano.
Además, se está actuando en la vigilancia de la limpieza y cerramiento de solares urbanos sin edificar. En este sentido se ha requerido a una entidad bancaria para que efectúe la limpieza del gran solar que se encuentra ubicado entre las calles: Miguel Servet, Miguel Bisellach, Jocs y la Avenida de Alcúdia.
Se trata de un terreno en el que se da la paradoja que fue declarado zona verde ya en el planteamiento urbano de 1987, por lo que legalmente la propiedad podría exigir la expropiación al Consistorio.
Existe, sin embargo, un convenio urbanístico por el cual hace dos legislaturas se pactó con una empresa promotora la reducción de la zona verde y la posibilidad de construir una nueva calle y varios bloques de viviendas. La empresa debía ejecutar la zona verde y cederla al Ayuntamiento a cambio de esa modificación. Sin embargo, la firma quebró tras adquirir la propiedad e incluso derribar una vieja casa para empezar la construcción de la nueva vía.
La propiedad pasó a manos de una entidad bancaria que ahora se encuentra con el ultimátum municipal para proceder a la limpieza en menos de un mes. La actuación del consistorio se basa en las quejas de vecinos por la proliferación de roedores y por el peligro de incendio que tiene el lugar. Está plagado de pasto silvestre alto que en verano supone un gran riesgo.
Botellones
Otra de las quejas vecinales se centra en un inmueble de la zona que fue adquirido por la antigua propiedad para derribarlo y que al estar abandonado está siendo utilizado por pandillas de jóvenes para organizar botellones.
Acerca del endurecimiento de la política sancionadora cabe destacar que al pleno consistorial se presentaron 50 decretos de alcaldía con propuestas de sanción de 301 euros en cada caso por vertidos improcedentes. La mayoría de denuncias se produjeron en contenedores de entradas a la ciudad y afectan a vecinos de municipios próximos.
El enfrentamiento: Rafel Torres acusa a García de "menosprecio"
El pleno comenzó con retraso por ausencia de algunos miembros del equipo de gobierno. Rafel Torres (PP) exigió el inicio y el teniente de alcalde, Àngel Garcia, lo acató pero ordenó un receso de diez minutos nada más empezar. La sesión se reemprendió al llegar el alcalde. Torres acusó a Garcia de "menosprecio" en una diatriba que desembocó en un cruce de palabras en el que Garcia ironizó: "No sé que se ha tomado". A lo que Torres reaccionó con vehemencia.
