En la década de los noventa, cuando Calvià estrenó la mayor sede consistorial conocida hasta el momento y se hablaba de megaproyectos como el de la "ciudad lacustre" de la Marina de Magaluf, se popularizó la idea de que este municipio era el "más rico de España". Una etiqueta que empezó a difundirse a nivel mediático, de la mano de publicaciones como la revista ´Tribuna´, que escribía lo siguiente en aquel entonces: "Los habitantes de este municipio mallorquín tienen la renta per cápita más alta de España. En 1989, el Producto Interior Bruto (PIB) de Calvià ascenderá a 100.000 millones de pesetas [unos 600 millones de euros]. En sus calas, atracan los yates del banquero Mario Conde o del presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza". En parecidos términos, se expresaba el periódico ´La Vanguardia´, que le ponía el siguiente titular a una crónica sobre la acción de gobierno del entonces alcalde socialista, Francesc Obrador: "El pueblo más rico de España". En la década de los noventa, el crecimiento del municipio de Ponent alcanzó una de sus máximas expresiones. Un dato para corroborarlo: si en 1983 el presupuesto de Calvià era de apenas 2,5 millones de euros, siete años después se había multiplicado por más de 10, hasta los 35 millones, de los cuales 15 se destinarían a inversiones. Ayudaba a esa situación boyante la realidad fiscal del momento. El censo de población no era como el de ahora, que forman más de 50.000 personas. En 1990, rondaba los 20.000 habitantes, pero ya existían 36.000 unidades de contribución fiscal.
