No hay sanciones, ni siquiera tramitación de multas, solo un vacío administrativo difícil de comprender. Desde que en 2007 entrara en vigor la ordenanza que prohíbe el reparto de publicidad dinámica por los buzones o bajo las puertas de Manacor, no ha habido actuaciones eficaces para frenarla. Una ineficiencia que cada año impide a las arcas municipales recaudar importantes cantidades de dinero en multas.
Hace mucho tiempo que en Manacor ya no se pueden dejar papeles comerciales o propagandísticos ni en los parabrisas de los vehículos, ni en puertas, ventanas o buzones particulares; "lo que pasaba es que antes de 2012 no quedaba lo suficientemente claro y lo que se atacaba, por decirlo de alguna manera, era la falta de licencia para repartir de la empresa o la utilización de gente no cualificada para ello", explica el concejal de Medio Ambiente, Bernat Amer (AIPC), "algo que quedó ya muy claro en la normativa que regula la limpieza vial de hace tres años".
Lo que critica el regidor es que la Policía Local de Manacor "no cumpla con su obligación de sancionar" y derive al consistorio el incidente (más concretamente al departamento de actividades) como si fuera administrativo. O sea que lo que lo grave es el hecho de dejar publicidad por encima de que quien la reparta tenga o no permiso oficial para hacerlo, "simplemente porque no es legal, así de sencillo".
Sin embargo, dentro del propio consistorio ya han surgido voces críticas al posible endurecimiento de los controles, alegando que varias de las empresas que reparten propaganda "son locales y vienen haciéndolo desde hace mucho tiempo", cree una regidora del equipo de gobierno.
Según la ordenanza reguladora de la limpieza vial, recogida de residuos sólidos urbanos y gestión de los parques verdes, las sanciones pueden ir desde los entre 50 y 750 euros si son leves, hasta los 3.000 de las muy graves y siempre que el reparto sea reiterado tras las primeras multas.
