"No se crea que somos integristas; somos gente muy normal", repite Pere Sureda Ginard (Artà, 1984), mientras explica una historia de intriga e intereses cruzados con la que bien podría escribirse un buen guión cinematográfico. Lo más curioso es que va de semillas, laboratorios, persecuciones locales y... tomates de ramellet.

€Ahora que el tomate de ´ramellet´ ha quedado registrado dentro de las variedades a conservar, ¿Respira más tranquilo?

€Ahora ya sí, porque digamos que le hemos dado un marco legal frente a posibles problemas.

€Empecemos por el principio

€Hace dos años la conselleria de Agricultura y Pesca propuso a las dos grandes empresas productoras, a los pequeños campesinos y a nosotros como asociación, crear una Indicación Geográfica Protegida (IGP) para el tomate de ramellet como distintivo de calidad. No hubo acuerdo porque poco después supimos que se trataba de una propuesta envenenada, auspiciada por esas dos empresas para comercializar bajo el nombre tradicional un híbrido que no tenía las mismas características.

€¿Qué es un híbrido?

€Un cultivo, en este caso un tomate, cuyas semillas son creadas en un laboratorio cogiendo las características de forma del de ramellet pero sin muchas de sus virtudes. Son más sencillas de producir y cuestan menos.

€¿Entonces es cuando acuden al registro estatal?

€Desde la Associació de Varietats Locals activamos los mecanismos para evitar la apropiación del nombre. Recopilamos información histórica de archivos, revistas locales, del Die Balearen del Archiduque Luis Salvador o de fuentes de Banyalbufar.

€¿Banyalbufar?

€Sí, a finales del siglo XIX, principios del XX fue el gran exportador de tomate de Mallorca. Su economía local se basaba en él.

€¿Y qué hicieron con todo eso?

€Lo enviamos a la Oficina Española de Variedades Vegetales junto con una muestra de semillas. Allí han estado estudiando durante dos años la estabilidad, homogeneidad y uniformidad de la variedad, hasta que finalmente han confirmado el registro.

€¿El tomate denominado ´de ramillete´ que puedo encontrar en las grandes superficies, es un híbrido?

€Así es. El tomate de ramellet, al no tener una estética tan perfecta es vendido como producto de segunda categoría en muchos supermercados.

€Y, sin embargo, es más caro

€Está sobre los 3 o 4 euros el kilo, mientras que el híbrido cuesta algo más de un euro.

€¿Eso va a cambiar ahora?

€Nuestra lucha es conseguir que en los mercados tradicionales de Palma, como Pere Garau o el Olivar, se venda realmente tomate de ramellet y no alguna de las variedades del híbrido a precio del tradicional, porque de esta forma se cargan el mercado. El problema es que los grandes productores quieren resultados rápidos.

€Explíqueme cómo puedo distinguir ambos tomates

€La variedad híbrida, pese a presentarse también muchas veces en enfilalls, es más homogénea, de un rojo más intenso. Son casi todas iguales, sin matices. Al abrirla tiene más líquido y su sabor no es tan intenso. El tomate de ramellet, en cambio, huele, su sabor es mucho más intenso y tiene más pulpa. El exterior es de varios tonos pálidos, rosáceos. Pero sobre todo la diferencia está en la conservación: mientras el híbrido dura unas tres semanas, el de ramellet puede durar 9 meses.

€¿Cuándo se cultiva el tomate de ramellet?

€El plantel empieza en febrero, marzo y abril. Y se cultiva desde junio hasta octubre. El híbrido se produce en invernaderos todo el año menos, curiosamente, los tres meses de verano.

€¿Es exclusivo de Mallorca?

€No. Hay tomates muy parecidos en Cataluña, Andalucía o el sur de Italia. Aunque es relativamente reciente, no hay documentación de su llegada a la isla.

€¿Sirve para algo más que para un ´pa amb oli´?

€El tomate de ramellet siempre ha tenido un bajo impacto ambiental y de recursos. Es agroecológico, es decir, crea un paisaje muy agradable y sin plásticos. Es parte de nuestra identidad y cultura popular como la sobrasada, la ensaimada o el ball de bot. Es un ingrediente fundamental en sofritos de invierno por su intensidad o en un pancuit. En esos conocimientos culinarios y en la conservación de las semillas tienen mucho que ver la mujeres.

€¿Dónde puedo encontrar semillas?

€Hasta ahora venderlas era ilegal. No interesaba.

€¿Por qué?

€Porque las grandes compañías prefieren comercializar productos híbridos, en buena parte porque no se pueden reproducir por semillas y el agricultor debe recomprarlas cada uno o dos años. Ahí está el negocio.

€Pero se trata de alimentos...

€Que cotizan en los mercados. La construcción o el petróleo son negocios finitos. El poder sobre la alimentación del mundo no. Ellos marcan las condiciones y las patentes, escudándose en la productividad y buena apariencia del fruto. Por eso la independencia de las semillas locales molesta. Somos David contra Goliat. Fíjese, en países como la India o México a los campesinos las multinacionales les dan semillas, que tienen que venderles después en producción. No les queda a ellos mismos para comer.

€¡Es la guerra!

€No. No somos talibanes, lo único que pedimos es la soberanía alimenticia de un pueblo. Poder conservar y producir lo tradicional. Decidir qué comemos.