La historia se repite. Cerca de 60 hamacas que estaban situadas en la zona de las Casetes de Capellans, en la Platja de Muro, fueron destrozadas durante la madrugada del martes. El empresario que explota el concesionario de la playa, Biel Moranta, explica que "tres hombres fueron descubiertos mientras inutilizaban unas 60 hamacas por un vigilante privado, pero al ser superiores en número el vigilante poco pudo hacer y se alejaron de la zona sin que se les pudiera detener".

Los destrozos llegan sólo 15 días después de que tuvieran lugar en la misma zona unos actos vandálicos que inutilizaron cerca de 200 hamacas y que supusieron unas perdidas económicas de 15.000 euros. Moranta asegura en esta ocasión los daños que ha sufrido rondan "los 2.000 euros". El concesionario de la Playa de Muro anuncia que ha puesto el asunto en manos de su abogado y que ha informado a la Guardia Civil y a Demarcación de Costas. Moranta no descarta llevar el asunto a la Fiscalía, ya que asevera que tiene indicios de quien se puede encontrar detrás de los actos vandálicos que ha sufrido. Según el empresario "detrás de los destrozos puede esconderse algún tipo de venganza empresarial por la gestión de la Platja de Muro o la del Port de Pollença".

Biel Moranta afirma que "lucharé para evitar que se vuelvan a producir daños y por ello aumentaré la vigilancia nocturna de la zona con dos personas más, y así, los cerca de 5 kilómetros que tiene la playa contarán con un equipo de tres vigilantes".

El empresario teme que la repetición de actos vandálicos pueda mermar la presencia de turistas, factor que sostiene "puede terminar de hundir tanto a los hoteleros, restauradores y pequeños comerciantes de la zona que no están atravesando buenos momentos".