Durante la pasada legislatura, los relaciones públicas fueron prohibidos por el Ayuntamiento.

Mayo de 2007. El PP de Calvià llevó la propuesta de prohibir los ´tiqueteros´ en su programa electoral, con el argumento de que eran una constante fuente de conflictos en el sector del ocio.

28 de febrero de 2008. El equipo de gobierno de Carlos Delgado, con mayoría absoluta, aprobó una nueva ordenanza que prohibía el ejercicio de la publicidad dinámica en el municipio. La norma fijaba multas de entre 6.000 y 30.000 euros por utilizar agentes de publicidad dinámica, así como el cierre temporal de los establecimientos que incumpliesen reiteradamente la normativa. Una medida –la de la clausura provisional– que fue anulada recientemente por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB).

Abril de 2008. A medida que la Policía Local de Calvià empezaba a imponer las primeras multas, crecía el descontento entre los representantes del sector del ocio, que consideraban desmesuradas las sanciones. Comenzó así un carrusel de recursos judiciales, de los que aún se sigue dando cuenta cada mes en la sesión plenaria municipal.

Verano de 2011. El nuevo equipo de gobierno municipal dirigido por el alcalde Manu Onieva (PP) empieza a estudiar una nueva regulación de los tiqueteros que acabe con su prohibición. El Ayuntamiento consideraba que la restricción total no había solucionado el problema de los relaciones públicas.