Desde el pasado viernes cuelga un cartel en la entrada del único parque infantil de Muro informando de su cierre temporal. El motivo es la desinfección preventiva que deberá llevar cabo el Ayuntamiento para erradicar una plaga de pulgas.

A pesar de que a lo largo de esta semana se han estudiado medidas contra las pulgas, el parque, ubicado en la avenida de Santa Catalina Thomas, permanece precintado. Una empresa de control de plagas contratada por el área de Medio Ambiente del consistorio será la encargada de fumigar el espacio de recreo tras las denuncias realizadas en el pleno por el portavoz de Convergència per les Illes, Rafel Gelabert.

Se esperaba realizar el tratamiento este lunes pero las lluvias hubieran anulado el efecto del insecticida aplicado. Según expuso Gelabert en el pleno, "diversos padres comentaron que sus hijos habían sufrido picaduras en las piernas y por eso pedimos un mayor control; que se evite la entrada de canes en el recinto y que se fumigue el parque".

Temperatura

Los técnicos creen que con la bajada de temperaturas se reducirá notablemente la presencia de pulgas y no proliferará la plaga, una situación que sería peligrosa dada la ubicación del centro de salud del municipio frente al parque. Con la medida se pretende evitar que los niños padezcan las picaduras de los pequeños neópteros y la aparición de nuevos brotes en la zona recreativa.

Habitualmente por estas fechas, las pulgas ya están muertas y las larvas se encuentran en fase de hibernación, pero al mantenerse las temperaturas inusualmente altas y la elevada humedad, eclosionan los huevos y se multiplican los individuos, que aparecen en una época en la que generalmente los propietarios de animales de compañía ya no aplican sistemas de protección contra estos parásitos.

La pulga puede llegar a ser transmisora de varias enfermedades, incluidas infecciones graves en la sangre o la antaño temida peste bubónica. El parque está vallado y cierra por las noches, además de prohibirse la presencia de canes y otros animales.