Sor Eulalia, Sor Francisca y Sor Piedad, religiosas franciscanas, Hijas de la Misericordia, serán las tres últimas religiosas que habiten el convento de Lloseta.

Las superioras de la orden mencionada han tomado la decisión de cerrar el convento de Lloseta junto con los de Capdepera y Peguera. El motivo no es otro que el envejecimiento de las integrantes de la comunidad y la falta de vocaciones.

El abandono del convento tendrá lugar de forma inmediata. Puede ser que antes de las fiestas patronales del ocho de septiembre las tres monjas que habitan actualmente el convento tengan ya otro destino.

Entre el vecindario hay cierto disgusto por la marcha de las religiosas pues a pesar de su edad seguían prestando servicio a la comunidad local, especialmente a la parroquia. Cuidaban de abrir el templo, preparar los elementos litúrgicos para la misa, la limpieza de los mismos, impartían la comunión y visitaban a los enfermos e impedidos acercándoles la comunión, entre otros trabajos.

El actual párroco, Joan Cózar, ha quedado sorprendido por la marcha de las religiosas. "Esto obligará ha tener que reorganizar los grupos colaboradores de seglares para suplir el trabajo que han venido realizando", afirma.

El edificio

El convento, muy cerca del templo parroquial, quedará de momento cerrado y pendiente de una posterior decisión sobre el destino del mismo por parte de la congregación. Actualmente, una zona del edificio está siendo usado por Cáritas Parroquial, donde gestiona un ropero y otros servicios destinados a la gente más necesitada.

Se han cumplido 150 años de estancia en Lloseta ya que el convento se fundó oficialmente el 9 de junio de 1861 con una comunidad de cuatro monjas.

En sus inicios las hermanas franciscanas tenían como objetivo enseñar las primeras letras a las niñas, el cuidado de los enfermos y cuidar del decoro del templo. Desde la fundación, un total de 43 jóvenes de Lloseta han tomado el hábito de esta congregación, la primera de ellas fue Sor Juana Ana Ramón Bestard y la ultima, en 1963, Sor Margarita Ramón Coll. Cabe mencionar a Sor Miquela Ripoll nacida en Lloseta en 1872, que fue superiora general entre 1918 y 1930. La madre Miquela fundó 22 conventos y por primera vez la Congregación se extendió fuera de Mallorca.